lunes, 17 de febrero de 2020

►Etapas del duelo: ¿cuáles son y como ayudar a una persona a superarlas?


etapa del duelo


Cuando hemos tenido una pérdida en la vida atravesamos por una serie de etapas del duelo como la negación, la ira, la negociación, entre otras, que nos permiten con el tiempo superar lo ocurrido y seguir adelante. Pero, ¿en qué consisten estas etapas y cómo ayudar a alguien a superarlas?

Podemos tener muchas pérdidas en la vida, sin embargo, en este post nos vamos a enfocar en la pérdida de un ser querido por fallecimiento ya que el dolor que podemos experimentar puede sentirse como algo tan insoportable que nos preguntamos si vamos a poder superarlo realmente algún día.

Durante el duelo por una pérdida, atravesamos por una serie de experiencias emocionales que en muchas ocasiones no logramos comprender.

Esta fue una de las razones por las que la psiquiatra Elisabeth Kubler-Ross desarrolló una teoría que explica las distintas etapas del duelo por las que atravesamos cuando sufrimos una pérdida.

Las etapas del duelo por las que solemos atravesar, según Elisabeth Kubler-Ross cuando hemos tenido una pérdida son las siguientes:

  1. Negación
  2. Ira
  3. Negociación o pacto
  4. Depresión
  5. Aceptación


¿En qué consisten las 5 etapas del duelo de Kubler-Ross?


  1. Negación: En esta etapa del proceso de duelo nos oponemos a la realidad de que hemos sufrido una pérdida y nos negamos rotundamente a aceptarlo.


    Es tanto el shock emocional que nos genera que realmente no podemos creer que esa persona se haya ido para siempre.


    Nos sentimos confundidos, desorientamos, perdidos, no podemos comprender que algo así haya podido pasarle a ella(el) y se siente como si se estuviera viviendo una terrible pesadilla de la que no podemos salir.


    La negación en un primer momento es un mecanismo de defensa que utilizamos de manera inconsciente para protegernos del enorme dolor que estamos sintiendo debido a que se tiene la sensación de que no podemos soportar la realidad.


    Esto suele ocurrir cuando la pérdida se produce de manera inesperada pero también ocurre cuando de alguna manera ya se esperaba que sucediera. Y es que siempre que se trate de un ser querido, saber que a partido es algo tremendamente duro.

  1. Ira: Después de sentirnos confundidos y de haber hecho esfuerzos por rechazar la realidad una y otra vez, finalmente nos volvemos más conscientes de lo que ocurre y comenzamos a sentir coraje, rabia, ira y resentimiento.


    Podemos sentir ira y coraje hacia nosotros mismos, hacia la vida, hacia Dios o incluso hacia la persona que se fue porque se puede tener la sensación de que nos ha abandonado y no le ha importado dejarnos.


    Así que podemos llegar a sentirnos culpables y/o culpamos también a otros de lo que ha sucedido. Tratamos de encontrar a alguien en quien depositar nuestra enorme tristeza enmascarada de rabia e ira.


    En esta fase surgen todos los: “¿por qué?”, todo nos parece mal y nos quejamos con todos y por todo lo que nos sucede. Y es que es tanto nuestro coraje que no nos soportamos ni a nosotros mismos.


  1. Negociación o pacto: En esta etapa aparece en nosotros la necesidad de querer llegar a un acuerdo (en la mayoría de las ocasiones menciona Kubler-Ross que lo hacen con Dios) para superar esta desagradable vivencia por la que están atravesando.


    Y es que a veces necesitamos agarrarnos a alguien para poder continuar con nuestra vida lo mejor posible ya que el dolor nos puede llegar a consumir.


    Necesitamos algo que nos ayude y que nos motive a seguir adelante, volver a tener fe en algo o alguien, incluso en nosotros mismos ya que seguramente la hemos perdido y buscamos por todos lados aquello que nos impulse a continuar.

  1. Depresión: Se trata de una etapa en la que atravesamos por una tristeza profunda que puede convertirse fácilmente en depresión.


    En donde todos los sentimientos experimentados anteriormente pasan a ser sustituidos por una sensación de pérdida. Nos sentimos abatidos, derrotados, abandonados, nos invade una sensación de soledad y melancolía que no podemos curar, incluso podemos llegar a sentir que la vida ya no tiene sentido.


    Esto, aunque parezca algo sumamente negativo, también es un indicador de que finalmente hemos comenzado a aceptar la situación y el hecho de que esa persona se ha ido.



    Por esta razón en esta etapa se recomienda vivir plenamente el dolor y no tratar de evadirlo ya que de esta manera será más fácil aceptar la realidad.


    Es como si con el sufrimiento y la expresión continua del dolor, nos fuéramos quitando un gran peso de encima que no nos permite avanzar.

  1. Aceptación: En esta etapa se termina de consolidar la aceptación de la realidad, es decir, finalmente se termina por aceptar que esa persona se ha ido.


    Esto no significa que el dolor se haya ido del todo también. Más bien, comenzamos a sentirnos capaces de experimentar felicidad y tranquilidad en ocasiones y podemos sentir nuevamente que tenemos nuestra vida bajo nuestro propio control.


    Es decir, no es que el dolor se haya ido totalmente, sino más bien se aprende a lidiar con el de otra manera. Ahora ya no nos limita a seguir adelante a pesar de que esté ahí y de que en ocasiones podamos sentirnos sumamente tristes y melancólicos

    Finalmente se logra también establecer una relación diferente con la persona fallecida. Esto quiere decir que ahora por ejemplo somos capaces de hablar o de pensar en ella no solo desde el dolor sino también desde la alegría de recordar momentos bonitos que hemos pasado a su lado.

¿Cómo ayudar a una persona a atravesar las etapas del duelo?


Si tienes un ser querido que está atravesando por esta difícil situación y quisieras acompañarle de la mejor manera posible, te brindaré a continuación algunos consejos que pueden serte útiles para ayudarle de forma adecuada en cada etapa.


Etapa de la negación


negacion etapa del duelo


En esta etapa la persona generalmente se siente desesperada, frustrada, no comprende que haya tenido esa pérdida en su vida.

Aquí es importante que tengas en cuenta que esta atravesando por esta fase inicial de shock lo cual lo puede llevarla a tener distintas reacciones, muchas de ella inesperadas.

Puede por ejemplo no parar de repetir que eso que ocurre no es cierto, gritar, llorar de forma descontrolada, arrastrarse por el suelo, entre otro tipo de conductas que demuestran su desesperación y el sentirse fuera de la realidad.

Lo mejor que puedes hacer en esos momentos es esta cerca de el(ella), no dejar de escucharle a pesar de que esté diciendo cosas aparentemente sin sentido y sobre todo permitirle que se desahogue.

Ya sea que esté gritando, pataleando o llorando, estar a su lado y recordarle que vas a estar ahí para el(ella). Trata de mantener la calma y entrar en su mundo, comprenderle realmente y a partir de ahí hablar con el(ella).

No le trates de imponer nada, regañarle ni de decirle que tiene que estar bien, que deje de llorar y/o que tiene que ser fuerte, piensa que es completamente normal que esté así, ha sufrido una pérdida y para todos es difícil afrontar algo así.


Etapa de la ira


Es muy importante en esta etapa que se le tenga mucha paciencia a la persona que está sufriendo.

Hay que tener en cuenta de que el hecho de que tenga reacciones de ira y se encuentre sumamente irritada es parte del proceso por el que tiene que atravesar, no es que la persona tenga algo en nuestra contra ni que sea una mal agradecida cuando se le está tratando de ayudar.

La paciencia es importante porque en ocasiones incluso puede llegar a descargar su ira y culpabilizar a las personas más cercanas a el(ella).

Por lo que es necesario no tomarse las cosas personales y evitar reaccionar ante ese tipo de manifestaciones de ira.

Simplemente limitarse a acompañarle, a permitirle que manifieste su enfado y su ira y no juzgarle. Hay que recordar que detrás de esa ira incontrolada existe un profundo dolor que la persona no sabe como manejar ni en donde depositar para dejar de sentirlo.


Etapa de la negociación


En esta etapa, la persona suele hacerse muchas preguntas a ella misma acerca de lo sucedido como intentando comprender y darle un sentido a esa pérdida.

En ocasiones, puede llegar a hacerle promesas a Dios por ejemplo en donde le dice que va a cambiar ciertas cosas en su vida a cambio de que le regrese a esa persona que se ha ido.

Puede también diseñar hipótesis acerca de la manera en la que hubiera podido evitar la muerte de su ser querido, entre muchas otras cosas.

Aunque el escucharle puede doler ya que muchas veces pareciera que eso que hace solo le causa más dolor, es necesario no intervenir y dejar que viva su propio proceso.

Hay que tener en cuenta que es necesario que atraviese por esa etapa para ir avanzando en el proceso de duelo.


Etapa de depresión


depresion etapa del duelo


En esta etapa la persona ha terminado de caer en cuenta que ha sufrido una pérdida y será más consciente del dolor y del vacío que deja la persona que se fue.

Es normal que se sumerja en una tristeza profunda y un estado depresivo en el que quiera permanecer mucho tiempo sin hacer nada, llorando, quiera estar sola, se sienta como desconectada del mundo, es como si necesitara alejarse y descansar para reponerse.

Estar presente es indispensable, así como en todas las etapas. En este caso, tampoco se debe de tratar de minimizar la pérdida o pedirle que encuentre el “lado positivo” a la situación para intentar que no sufra más.


Hay que tomar en cuenta que permitirse vivir el dolor es necesario para ir superándolo. Deja que la persona te exprese una y otra vez su dolor y muéstrate dispuesto a escucharle en todo momento.

Etapa de la aceptación

En esta última etapa, la persona finalmente ha logrado aceptar la realidad de la pérdida y trata de adaptarse a una nueva vida sin esa persona.

En este momento es bastante positivo, no solo acompañarle, sino también ayudarle y motivarle a que comience a realizar nuevas actividades, que salga a hacer ejercicio, invitarle a salir para que salga más de casa, motivarle para que conozca más personas, etc.

Sin embago, jamás se le debe presionar para que lo haga cuando no se sienta lista. Será la persona misma quien te va a hacer saber directamente cuando desea volver a retomar su vida, regresar al trabajo y hacer nuevas actividades.

Si eso no ocurre, simplemente se sigue acompañándole hasta que comience a mostrar signos de que está recuperada y quiere volver a rehacer su vida o retomarla.



Las etapas del duelo no se viven igual



Por último, pero no menos importante, me gustaría mencionarte que todas las personas vivimos el duelo de una forma diferente. De hecho, puede suceder que las etapas del duelo no se experimenten en el mismo orden.

Así que hay que estar atentos para identificar en que fase se encuentra probablemente la persona que queramos ayudar y a partir de ahí tomar las medidas necesarias para ayudarla pero sobre todo para acompañarla mejor.

Hablo mucho de acompañarla más que de ayudarla en sí ya que realmente no podemos hacer nada para aliviar el dolor que esa persona siente.

Realmente no hay palabras o cosas que podamos hacer para que esa persona se pueda sentir mejor más allá de la compañía. La compañía es la única que puede ir ayudándola a salir adelante poco a poco y se requiere de tiempo y paciencia hasta que la persona se lograr sentir mejor.

Así que no hay que esmerarse en preparar un discurso para saber que decirle porque por más que le digamos o que hagamos cosas para que deje de sufrir, eso va a ser imposible.

La sola compañía, a pesar de que no va a aliviar directamente su dolor, la persona va a tener la sensación de que hay alguien con quien puede compartirlo y eso mismo hace que se vaya mitigando con mayor facilidad.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es que a la hora de querer ayudar a otro a mitigar su dolor y acompañarle, ayuda mucho el que nosotros mismos sepamos como lidiar con nuestro propio dolor.


Siempre se puede acompañar y ayudar, sin embargo, cuando no sabemos lidiar con nuestro propio dolor, somos más susceptibles a que se nos complique más estar ahí para esa persona ya que verla sufrir nos puede conectar con nuestro propio dolor y nuestra falta de recursos para afrontarlo. 

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"Es solo cuando realmente entendemos que tenemos un tiempo limitado en la Tierra, y que no tenemos manera de saber cuando nuestro tiempo se acaba, que comenzaremos a vivir cada día al máximo, como si fuera el único que tenemos”. -Elizabeth Kubler Ross

Gracias por visitar mi blog de psicología y desarrollo personal, espero que mi artículo haya sido de tu agrado y sobre todo que hayas podido encontrar la información que buscabas acerca de las etapas del duelo 

➤➤➤➤Si es así, no dudes en compartirlo en redes sociales para seguir dando a conocer este tipo de padecimiento, nunca sabemos quien puede beneficiarse de ello. ¡Hasta la próxima! 😏




REFERENCIA:


Colegio Oficial de la Psicología. (s.f.). Psicología en la Vida Cotidiana. Guía sobre cómo afrontar el duelo. Recuperado 9 octubre, 2019, de http://www.copclm.com/noticias/noticias-copclm/item/3020-psicologia-en-la-vida-cotidiana-guia-sobre-como-afrontar-el-duelo





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