¿Sientes que has perdido la capacidad
para disfrutar?, ¿has perdido la alegría? La anhedonia está
caracterizada por la incapacidad de sentir placer incluso cuando se
llevan a cabo actividades placenteras.
La mayoría de las personas sentimos
placer al realizar actividades que nos gustan, las personas con
anhedonia han perdido la capacidad para disfrutar de eso y más.
Cuando perdemos la capacidad de
disfrutar, es normal que lo que hagamos llegue a perder su sentido.
Pero, ¿qué es exactamente la anhedonia?, ¿qué hacer cuando has
perdido la alegría? ¡Descúbrelo en este post!
Anhedonia: qué es
La
anhedonia es la incapacidad de sentir placer cuando se llevan a cabo
actividades placenteras. Se trata de un síntoma común de la
depresión mayor y de otros trastornos mentales como la
esquizofrenia, la psicosis, anorexia, entre otros.
Es
importante tomar en cuenta que algunas personas también pueden
experimentar anhedonia sin tener necesariamente algún trastorno
mental.
Las personas que padecen anhedonia
generalmente dejan de experimentar placer en todas las áreas de su
vida.
Sin embargo también hay algunos casos
en donde la falta de placer aparece solamente en ciertas áreas en
concreto.
¿Te imaginas vivir una vida en la que
no tengas la capacidad para saborear un delicioso helado o para
experimentar la alegría que causa el reunirse con un gran amigo?
Una persona con anhedonia no
necesariamente se siente triste pero le es difícil disfrutar de las
cosas y siente muy poco placer en su vida diaria, en ocasiones
ninguno en absoluto.
Y
es que cuando eso sucede es
un indicativo de que ha
perdido el interés en todas las áreas de su vida.
Por
lo que no solo no puede disfrutar de las actividades que antes
le gustaban o de la compañía de personas con las que solían
disfrutar,
tampoco puede disfrutar de
la comida y/o del
sexo.
Tipos de anhedonia
La anhedonia se puede clasificar en 2
tipos, los cuales son los siguientes:
-
Anhedonia social: La persona que experimenta este tipo de anhedonia no siente realmente ningún tipo de placer al relacionarse con los demás.
Por
lo que dejan
de importarle todo tipo de relaciones interpersonales como los
amigos, familia, pareja.
Es
difícil que
se sienta motivada
y sienta
realmente el deseo de pasar tiempo con ellos como
antes.
Así
que
suele rechazar invitaciones para
salir y convivir con personas cercanas o que acaba de conocer y
por
lo contrario, prefiere
quedarse solo(a)
todo o casi todo el tiempo.
Mientras más tiempo pasa sin tener
este tipo de interacción con los demás, más difícil se le hace
decidirse a hacerlo.
También experimenta una desconexión
emocional hacia los demás y deja de experimentar emociones como el
amor, la compasión, la empatía e incluso el dolor que podría
provocarle la pérdida o estar en conflicto con alguna persona
cercana.
Esto no significa que realmente no le
importe nadie, es solo que al estar desconectado(a) emocionalmente
de sus emociones.
Es como si estuviera bloqueado(a)
emocionalmente y eso no le permita dejarse sentir.
-
Anhedonia física: La persona no disfruta de las sensaciones físicas agradables que podrían aportarle ciertas acciones o actividades.
Por
ejemplo, un
abrazo, comer su comida preferida, no disfruta de un buen masaje, de
las relaciones sexuales y de todo lo que implique sentir alegría y
placer con el contacto físico.
Cómo se siente la anhedonia: síntomas
Entre los síntomas principales de la
anhedonia se encuentran los siguientes:
-
Falta de interés y motivación: La persona no tiene el deseo de hacer nada porque no siente que haya una relación entre realizar alguna actividad y la recompensa que esto le traerá.
Y
es que nuestro
cerebro siempre detecta cual va a ser la recompensa al realizar
alguna actividad y al tenerla clara decide hacer algo para llegar a
ella.
Por ejemplo, en el caso de pasar
tiempo con los amigos lo cual podría ser una actividad agradable,
la persona no relaciona esta acción con la alegría que esto le
podría generar.
Otro ejemplo puede ser el recibir un
masaje, la persona no percibe que la recompensa sería sentirse más
tranquila y relajada más tarde.
Debido
a que no se detecta la
recompensa que
se tendría al realizar ciertas actividades, es fácil que la
persona con anhedonia no se sienta motivada a hacerlas.
-
Sentimientos negativos hacia uno mismo y hacia otros: Al dejar de experimentar alegría y placer en las actividades que antes le eran agradables, la persona comienza a sentirse mal con ella misma.
Probablemente
también se
deba
a la misma confusión que le produce el desconocer de donde viene su
falta de placer.
Esos sentimientos pueden
experimentarse hacia las demás personas ya que se les relaciona con
la falta de interés.
Por lo que podría pensarse que la
falta de interés por compartir tiempo con otra persona se deba a
que hay algo mal en ella (es aburrida, no es de fiar, etc.)
-
Deterioro en las habilidades emocionales: Cuando la persona ha dejado de tener relación con los demás y se aleja para estar sola, esto con el tiempo provoca que tenga problemas a la hora de comunicar sus emociones.
Incluso la misma persona llegar a
desconocerlas ya que lo que sentía antes por los demás ha cambiado
y ahora no sabe como se siente y/o como actuar ante ello.
El deterioro en las habilidades
emocionales también se puede notar cuando aparece la sensación de
indiferencia ante ocasiones especiales.
Algunos ejemplos pueden ser: dejar de
sentir emoción por su propia boda, cuando gana su equipo favorito,
cuando le felicitan en el trabajo, etc.
Incluso
se
puede
llegar a desconectar
con la tristeza que podrían
provocar ciertos
acontecimientos.
Como
por ejemplo, la
pérdida de un ser querido (al
grado de no sentir nada y/no poder llorar), no
sentir amor o una conexión alguna cuando sostiene a su bebé, etc.
-
Pérdida de la líbido: Se trata de un síntoma común de la anhedonia física y es que la persona deja de disfrutar totalmente de las relaciones sexuales.
También hay que tener en cuenta que
este síntoma puede estar asociado al trastorno del deseo sexual
hipoactivo (ausencia de deseo de cualquier interacción sexual).
Causas de la anhedonia
-
Problema fisiológico: Cuando existe un desequilibrio en los neurotransmisores del cerebro por lo que se ve afectado el sistema de recompensa.
El sistema de recompensa es el que
nos impulsa a lograr objetivos y por lo tanto hace que estemos
motivados.
Una de las hormonas que tiene una
importante participación en el sistema de recompensa es la
dopamina.
Por lo que si existe un desequilibrio
de esta hormona disminuye también la motivación y la sensación de
bienestar cuando se consigue algo.
Una
investigación publicada en el año 2016 por los
neurocientíficos
de la Universidad de Stanford, reportó una menor actividad en la
corteza prefrontal medial.
La
corteza prefrontal medial actúa
como tránsito para los actos placenteros y
podría ser la principal responsable de que se produzca la
anhedonia.
Según las investigaciones, la
principal causa de que exista esa alteración en la actividad en la
corteza prefrontal podría ser genética.
-
Antidepresivos y antipsicóticos: Irónicamente algunos medicamentos recetados para curar la depresión pueden causar anhedonia, así como el uso de antipsicóticos.
Un
ejemplo en
el caso de ambos medicamentos es que la persona experimenta una
disminución de la libido, entre otros efectos secundarios.
Estos
efectos secundarios
hacen que la persona se mantenga emocionalmente desconectada de sus
emociones.
-
Eventos traumáticos no superados: Los eventos traumáticos, sobre todo los más recientes y que han impactado gravemente la vida de una persona pueden provocar que se termine experimentando anhedonia.
Un ejemplo de ello sería una persona
que ha sufrido una violación y esto haya provocado que el placer
que sentía al tener relaciones sexuales desaparezca.
Puede ser también que haya vivido de manera traumática la pérdida de un ser querido y al no poder
soportar el dolor emocional que esta situación le provocó
inconscientemente se separó de su emociones llegando a no sentir
nada.
-
Trastornos alimentarios: Algunos trastornos de la alimentación como pueden ser la bulimia y la anorexia pueden provocar que con el tiempo la persona vaya perdiendo la alegría y el interés por todo o casi todo.
-
Enfermedades graves: Existen algunas enfermedades como la enfermedad de Parkinson en donde la persona que la padece va dejando de sentir placer por las actividades que antes le resultaban placenteras de manera progresiva.
-
Historia de abuso o negligencia: Personas que en la infancia fueron abandonadas, maltratadas y/o abusadas.
Al
ser tanto el dolor que sentían y
muy pocos los recursos que tenían en ese momento para
hacerle frente que
aprendieron a disociar sus emociones como una manera de lidiar con
el dolor.
Esto con el tiempo provoca que la
persona se aleje cada vez más de su experiencia emocional.
También
puede ser que haya
aprendido a generalizar todas
las situaciones
y no solo no llegue a experimentar dolor sino también emociones
placenteras.
-
Altos niveles de estrés: Cuando una persona se encuentra sometida diariamente a altos niveles de estrés.
Ya
sea por
ejemplo
porque tenga muchos problemas familiares, económicos, laborales,
etc.
Por
lo tanto con el tiempo haya ido perdiendo la capacidad para
disfrutar de
la vida y
sentir placer ante
las actividades que antes le resultaban placenteras.
Tratamiento para la anhedonia
Si se sospecha que se está
experimentando anhedonia es estrictamente necesario acudir con un
profesional.
El profesional en salud mental es
quien se encargará de evaluar el caso en particular de cada persona
y determinar si existe anhedonia y/o si se trata del síntoma de otro
padecimiento.
Los expertos coinciden en que es un
padecimiento difícil de tratar debido a que los síntomas que se
experimentan pueden llegar a ser muy severos.
Una persona con anhedonia puede llegar
a tener ideas suicidas y es sumamente importante tomarse en serio la búsqueda de tratamiento e iniciarlo cuanto antes.
Se recomienda acudir con el médico de
cabecera para ser derivado(a) al psicólogo y/o acudir directamente
con un psicólogo, el cual va a determinar si se requiere o no ser
derivado con un médico psiquiatra.
Para realizar un correcto diagnóstico,
los profesionales utilizan de apoyo las escalas de Chapman.
Este tipo de escalas miden la
capacidad de la persona para sentir placer frente a determinados
estímulos (físicos y sociales).
Por medio de su aplicación también
se puede saber la intensidad con la que se vive la anhedonia y por lo
tanto su gravedad.
Así como también se conoce cual es
el impacto que está teniendo esta sensación de “no sentir nada”
en la vida de la persona.
En ocasiones determinar cual será el
tratamiento adecuado para la anhedonia puede ser un desafío.
Esto se debe a que no existe un
tratamiento en particular que se encargue de curarla ya que es el
resultado de otro problema de fondo.
Sin embargo lo más importante es
encontrar su origen para que a partir de ahí se pueda determinar el
tratamiento más efectivo según el caso en particular de cada
persona.
No es lo mismo tratar a una persona
con una anhedonia que tuvo su origen en la infancia a raíz de haber
sido maltratada que a otra cuya causa se debe principalmente a que
existe un desequilibrio en los neurotransmisores cerebrales.
Si la anhedonia tiene un origen en la
infancia a causa de una situación en particular como haber sufrido
un trauma, el tratamiento va a estar más enfocado en la
psicoterapia.
Por el contrario, si su origen en
debido a un desequilibrio en los neurotransmisores cerebrales, estará
más enfocada en el tratamiento farmacológico.
Generalmente la anhedonia se trata por
medio de la terapia psicológica, el uso de medicamentos o una
combinación de ambas.
Hay que tomar en cuenta que cuando la
persona afectada está tomando medicamentos como los antidepresivos o
ansiolíticos, se le debe informar al médico sobre cualquier efecto
secundario que pueda aparecer.
Todos los medicamentos pueden causar
efectos diferentes en las personas y es necesario estar al tanto de
ellos.
Por esta razón es normal que en
muchas ocasiones, el médico lleve a cabo ajustes en las dosis
recetadas.
Incluso puede ser que decida cambiar
el medicamento ya que podría no estar provocando el efecto deseado.
Qué hacer cuando has perdido tu alegría con la anhedonia
Si sientes que has perdido la alegría
de la vida, que son pocas cosas de las que puedes disfrutar o incluso
no disfrutas de ninguna, recuerda que esa sensación no va ser para
siempre.
Esto es algo que se puede tratar y que
recibiendo el tratamiento psicológico y/o farmacológico adecuado,
así como teniendo una constancia al llevarlo a cabo vas a poder
salir adelante.
A continuación te mostraré una
técnica que puedes llevar a cabo a la par que el tratamiento que
estés recibiendo o que vayas a recibir.
Esta técnica sin duda puede ayudarte
a avanzar de manera más rápida y eficaz y es muy utilizada en
terapia.
Técnica
de la activación conductual
La técnica de la activación
conductual suele utilizarse en terapia psicológica para tratar la
depresión.
Las personas que padecen de depresión
no sienten deseos de hacer nada y al experimentar anhedonia dejan de
sentirse motivadas por realizar ciertas cosas ya que no les resultan
placenteras.
La activación conductual se refiere a
comenzar a hacer cosas que en este caso normalmente resultarían
placenteras aunque no se tengan ganas de hacerlas.
La idea es que la persona realice
acciones como por ejemplo salir a cenar con un amigo(a), asistir a
una fiesta, mostrarle afecto a las personas cercanas, etc.
Lo cual al principio va a resultar
muy complicado ya que hacer las cosas cuando no nos sentimos
motivados es bastante difícil, sobre todo cuando se tiene anhedonia.
Sin embargo vale totalmente la pena
hacer el esfuerzo ya que por lo menos el comenzar a hacer esto va a
provocar que nos movamos de donde estamos.
Por lo que la persona que padece
anhedonia se ve obligada a experimentar pequeños cambios de manera
gradual.
Después, con la práctica y la
constancia, se irá teniendo gradualmente la oportunidad de descubrir
emociones agradables.
Cuando se comienzan a experimentar
emociones agradables, eventualmente se va a alimentar un ciclo de
retroalimentación positivo en el cerebro.
Este tipo de actividades agradables
van a irse alimentando de sí mismas y será cada vez más sencillo
mantenerlas en el tiempo.
Por ejemplo en el caso de que la
persona comience a frecuentar a sus amigos y a mostrarles afecto,
esto va a provocar que la relación con ellos se haga más estrecha y
finalmente reciba lo mismo que da.
El objetivo es hacer cosas agradables
aunque al principio no se tengan deseos de hacerlas.
De esta manera se logra que las ganas
vayan apareciendo en el camino, pudiendo experimentar a la vez los
beneficios de haberlas realizado.
¿Te ha ocurrido alguna vez que no
tenías ganas de hacer algo, a pesar de ello lo hiciste y al estar
haciéndolo las ganas aparecieron?
Un ejemplo muy común de ello es
cuando nos cuesta ir a hacer ejercicio, a pesar de eso decidimos ir y
estando ahí nos empezamos a sentir con más ganas y más animados.
Esto es lo que se pretende lograr con
esta técnica, sin embargo, con la anhedonia se requiere llevarlo a
cabo muchas veces más para ir experimentando sensaciones agradables
de forma gradual.
¿Que te parece esta técnica? Una de
las formas de ponerla en práctica es haciendo una lista de las
actividades que antes te resultaban agradables o que sabes que
podrían resultarte agradables.
Una vez hecha la lista, es necesario
que te propongas realizar cada una de ellas frecuentemente.
Se puede comenzar por aquellas que te
impliquen menos esfuerzos y poco a poco ir haciendo las que más.
Algunas actividades agradables que te
impliquen menos esfuerzo pueden ser comer tu platillo favorito,
asistir a una sesión de masaje relajante, darte un baño de agua
caliente, etc.
Mi consejo es que comiences
programando cada una de estas actividades a corto plazo.
Por ejemplo, puedes llevar a cabo 2 de
ellas en un plazo de 1 semana o 15 días para que puedas ir poco a
poco cumpliéndolas.
Terminado ese tiempo te propones
hacerlas otra semana u otros 15 días y así sucesivamente.
Recuerda que con el paso de las
semanas, estas tienen que ir aumentando su nivel de dificultad.
Por ejemplo, puede ser que la cuarta o
quinta semana decidas salir a una fiesta, salir a conversar con un
amigo o cualquier actividad que antes te resultaba agradable pero que
ahora te cuesta mucho decidirte a llevarla a cabo.
Sería interesante que fueras anotando
por otro lado como te vas sintiendo, si algo ha cambiado de una
semana a otra, si hay actividades que se te dificultan más, etc.
También puedes anotar el nivel
subjetivo de placer que has sentido al hacerlas y compararlas con los
días o semanas anteriores, etc.
De esta manera vas a ir haciéndote
más consciente de los progresos que vas teniendo, así como también
identificarás las dificultades que podrían ir apareciendo.
Estos avances y/o dificultades los
puedes comentar con tu terapeuta o psiquiatra, el cual puede
orientarte para ir superándolas.
El hacer todo esto de manera continua
y gradual, a la par que llevas a cabo tu tratamiento psicológico y/o
farmacológico, te va a ayudar a que vayas conectando mejor con tus
emociones y finalmente puedas ir superando la anhedonia.
Conclusión
Antes que nada me parece necesario
insistir la importancia de acudir con un profesional para tratar este
problema cuando antes ya que con el tiempo puede ir aumentando su
gravedad.
Cuando se pierde la alegría de cada
vez más cosas y finalmente de la vida es muy fácil que comiencen a
rondar por la cabeza de una persona pensamientos suicidas.
El paso más importante y que va a
marcar un antes y un después en la vida de toda persona que tiene un
problema es el de pedir ayuda.
Una vez habiéndolo hecho, las cosas
que antes se veían como imposibles de lograr poco a poco se van
haciendo menos complicadas.
Y es que en este caso, el poder sentir
que se va recuperando la capacidad para disfrutar es vital e
indispensable para vivirla plenamente.
Por último me parece muy importante
mencionar que hoy en día existen grupos de terapia con personas que
experimentan anhedonia.
El objetivo de los grupos es que la
persona pueda sentirse comprendida y apoyada para hacer frente al
problema que está presentando y sobre todo que sepa que no está
sola.
Hay otras personas que también están
pasando por lo mismo, que también están dispuestas a superarlo e
incluso a tenderte una mano cuando lo hayan hecho.
Sin duda el acudir a este tipo de
grupos es una excelente oportunidad para ir recuperando la sensación
de bienestar y placer que hasta ahora se encuentra perdida.
Te
agradezco infinitamente
por quedarte hasta el final de este post, espero que la información
que aquí hayas encontrado pueda servirte de utilidad y que realmente
te haya podido ayudar a resolver tus dudas en cuanto a este tema.
Recuerda que este artículo es
únicamente informativo y si te sientes identificado con la
anhedonia, debes de acudir con un profesional para que seas evaluado
según tu situación en particular y puedas recibir el tratamiento
adecuado.
Si te ha parecido interesante este
artículo o crees que alguien pueda beneficiarse de él, por favor no
dudes en compartirlo en tus redes sociales, nunca sabemos quien puede
verse beneficiado.
¡Hasta pronto!
REFERENCIAS
Depression
Alliance. (s.f.). Anhedonia: what to do when you lost you've joy.
Recuperado 24 julio, 2019, de
https://www.depressionalliance.org/anhedonia/
Collier,
J. C. (2018, 31 enero). Understanding anhedonia: What happens in the
brain? Recuperado 24 julio, 2019, de
https://www.medicalnewstoday.com/articles/320737.php
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