Una
buena comunicación en pareja es la clave para el éxito de la
relación. También sabemos que es una de las partes más difíciles
de estar en pareja.
De
hecho, los problemas de comunicación es uno de los principales
motivos por los cuales las parejas acuden a terapia psicológica.
Las
parejas que carecen de una buena comunicación son más propicias a
los malos entendidos, falta de compresión hacia el otro, falta de
claridad hacia los objetivos que se desean alcanzar como pareja,
entre otro tipo de conflictos.
Pero,
¿cómo mejorar la comunicación en pareja? En este post te
presentaré 7 secretos claves que puedes comenzar a aplicar a partir
de este momento y propiciar que exista una sana comunicación.
¡Conócelos!
Cómo mejorar la comunicación en pareja: 7 secretos
-
Escuchar con atención: Es necesario aprender a escuchar incluso en los momentos más incómodos: cuando vamos de prisa porque se nos hace tarde o cuando estamos llenos de estrés y preocupaciones.
A
pesar de la lista interminable de tareas que tengamos en el día a
día, es muy importante que escuchemos, desconectemos de nuestras
preocupaciones y conectemos con el otro.
Escuchar
con atención implica estar atento a lo que la otra persona nos
quiere decir y hacerle ver que eso que está diciendo es importante
para nosotros.
Para
escuchar con atención puedes poner en práctica lo siguiente:
-Mira
a los ojos a tu pareja cuando esté hablando
-Repite
algunas cosas que esté diciendo
tu
pareja que consideres importante resaltar
-Pregunta
si no entiendes algo
-No
interrumpas a tu pareja, habla cuando haya terminado de hablar.
-
Reserva un momento para hablar de los problemas: Mantener un tiempo específico dedicado a hablar con calma sobre sus problemas es altamente efectivo y los ayuda a ser más productivos.
Organizar
un momento en un futuro cercano en el que ambos estén cómodos y
tranquilos es ideal para encontrarles una solución y evitar malos
entendidos.
Tal
vez puede ser una hora por las mañanas, un domingo por la tarde
cuando se está más tranquilo o quizás ambos deben ajustar su
horario para encontrar ese momento ideal.
Frecuentemente,
las parejas discuten conforme se va desarrollando el problema sin
importar si es o no un buen momento para hacerlo.
Aunque
a veces esto puede funcionar, reservar un tiempo para ello los puede
ayudar a sentirse más abiertos y tranquilos con su pareja.
Tomarse
un tiempo ayuda a ver las cosas desde una nueva perspectiva ya que
en el momento en el que ocurre el problema podemos estar alterados y
ver solo una parte del mismo.
Hacer
esto también implica respeto y ayuda a generar una atmósfera de
buena voluntad entre ambos.
-
Expresa tus emociones de manera asertiva: Una de las principales razones por las cuales se producen las discusiones y malos entendidos, es por no expresar las emociones de manera adecuada.
A
veces incluso a nosotros mismos nos cuesta identificar lo que
sentimos y solemos confundirlo.
Por
ejemplo, es muy común confundir la tristeza con el enojo y en lugar
de comunicarle al otro lo tristes que nos ha hecho sentir, solemos
mostrarle que estamos enojados.
Es
decir, probablemente nos sintamos enojados porque nuestra pareja ha
olvidado una fecha importante para nosotros.
Por
lo que podemos llegar expresarle lo enojados que estamos,
reprocharle e incluso herirle verbalmente.
Sin
embargo, no nos damos cuenta que lo que se esconde detrás de esa
emoción es la tristeza.
Y
es que realmente podemos sentirnos tristes porque tenemos la
sensación de que la otra persona no le dió la suficiente
importancia a algo que consideramos especial.
Así
que es importante saber identificar que es lo que estamos sintiendo
antes de expresarlo.
Cuando
lo tengamos claro, es necesario explicarle al otro eso que sentimos
más que reclamarle o decir cosas de las que nos podemos arrepentir.
-
Respeto: Es normal que en una relación de pareja existan desacuerdos o situaciones que puedan hacernos entrar en conflicto.
Es
importante que cuando esta ocurra, no olvidarnos de tratar a la otra
persona con respeto.
Para
ello es indispensable cuidar nuestro tono de voz para comunicar
problemas.
Un
tono de voz respetuoso, que no sea agresivo ni pasivo, contribuye a
generar un diálogo productivo.
Cuando
se comienza a herir verbalmente al otro, la relación se vuelve cada
vez más vulnerable.
Por
el contrario, cuando somos amables, enviamos un mensaje a la pareja
de cariño y atención.
Por
lo tanto es más probable que ambos comiencen a actuar desde la
generosidad y el amor.
Lo
mejor que podemos hacer es “poner un alto”, si es posible, irnos
a otra habitación y
tranquilizarnos.
-
Aprende a negociar: Muchos de los conflictos que aparecen en la pareja se producen cuando no se está de acuerdo con la otra persona.
Hay
que recordar que se trata de que ambos se sientan a gusto en la
relación y tratar de que exista el mejor equilibrio posible.
Para
ello es necesario aprender a negociar con la pareja y tener en
cuenta que en ocasiones se tiene que ceder y viceversa.
Si
aprendemos a negociar, podemos llegar a acuerdos de manera más
fácil y rápida.
Para
ello es indispensable comunicar nuestras necesidades y opiniones a
la pareja y saber escucharla.
-
No des nada por hecho: Solemos tener la creencia de que no es necesario comunicarle lo que sentimos o pensamos al otro porque suponemos que el o ella lo sabe.
Llegamos
a pensar que la otra persona sabe lo que necesitamos y damos por
hecho que terminará actuando en consecuencia con eso.
Esta
es una de las razones por las cuales aparecen los problemas y las
desilusiones.
Es
como si nuestra pareja pudiera leernos la mente y adivinar que es lo
que deseamos.
Aunque
a veces pueda ser así y el otro haga cosas que nos agraden, la
mayoría de las veces eso no pasará.
Así
que jamás hay que dar nada por hecho y siempre mantener una
comunicación abierta y fluida con la otra persona.
-
No generalices: Solemos caer frecuentemente en la generalización excesiva utilizando palabras como “siempre” o “nunca”.
Primero
que nada, en la mayoría de las ocasiones es incorrecto acusar a la
pareja de hacer o no hacer algo precisamente todo el tiempo.
Esto
provoca también que en lugar de escuchar, la otra persona se ponga
a la defensiva y el problema se haga aún mayor.
Algunos
ejemplos de ello es cuando le decimos al otro: “nunca haces nada
bien”, “siempre llegas tarde”, “nunca me ayudas con esto”,
etc.
Está
claro que es casi imposible que eso sea así exactamente,
evidentemente hay ocasiones en las que tu pareja haga bien las
cosas, en las que no llegue tarde y en las que colabore más con
algo en concreto.
Así
que es indispensable evitar este tipo de declaraciones y enfocarlas
únicamente a la situación en concreto, haciéndolo siempre de
manera respetuosa.
"El
mejor regalo que podemos ofrecerle a nuestra pareja es escucharla"
Gracias
por visitar mi blog “Dosis de psicología”, como siempre, espero
haber podido aportar algo positivo a tu vida.
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es así y te pareció útil esta información, por favor, ¡no dudes
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