¿Cómo
controlar la ira y dejar de enojarse por todo? Existen estrategias
para ayudarnos a controlar esta intensa emoción de la que todos en
algún momento de nuestras vidas nos hemos dejado arrastrar.
La
ira es un sentimiento natural e incluso puede ser una emoción
positiva cuando favorece a la resolución de problemas y defender los
propios derechos en cualquier ámbito de la vida.
El
problema viene cuando la ira normal que podemos experimentar se
convierte en agresión, arrebatos e incluso agresiones físicas.
El
no tener un buen control sobre esta emoción, puede traernos
problemas no solo en distintas áreas de nuestra vida (social,
familiar, laboral) sino también con nosotros mismos.
Por
esta y muchas más razones, es importante saber controlar esta
intensa emoción que puede llegar a provocarnos mucho malestar y
sufrimiento.
En
este post encontrarás 10 estrategias que puedes poner en práctica
desde ya para saber cómo controlar la ira y comenzar a tomar las
riendas de tu vida.
Cómo controlar la ira en 7 pasos
-
Identificar las señales de advertencia. La manera en la que pensamos está relacionada con la manera en la que sentimos y por lo tanto con la manera en la que actuamos.
Cuando
tenemos pensamientos que nos invitan a desencadenar la ira, lo que
va a ocurrir es que comencemos a experimentar emociones que nos
generen malestar.
Estas
emociones molestas se convertirán en síntomas físicos que
nos incitan
a actuar de manera agresiva como
los siguientes:
-Transpiración
-Aumento
en el ritmo cardíaco
-Opresión
en el pecho
-Ansiedad,
etc.
Es
necesario ser conscientes de en qué momento aparecen este tipo de
pensamientos y emociones.
Algunos
pensamientos pueden
ser por ejemplo: “¡que tonto(a)!”, “¿por qué no hizo las
cosas como yo quería?”, “odio estar aquí”, “encima que le
hago el favor me hace esto, pero me las va a pagar”, “¡que
estúpida es la gente!”, etc.
Una
vez los hayas identificado, identifica también las emociones que van apareciendo y los síntomas físicos
que estás comenzando a experimentar.
-
Descubre por qué estás enojado(a): Identifica exactamente que es lo que dijo o hizo la otra persona o que situación en concreto desencadenó tu enojo.
Algunas
razones por las que pueden sentirte enojado pueden ser las
siguientes:
-Estás
bajo mucha presión
-Estás
experimentando cambios hormonales o corporales que te provocan
cambios constantes de humor
-Te
sientes frustrado por como te va en la vida
-Tienes
muchas preocupaciones.
-
Identifica que tipo de error de pensamiento estás teniendo. Cuando hablamos de errores de pensamiento nos referimos a aquellas interpretaciones irracionales que hacemos de nosotros mismos y que provocan que pensemos de una manera negativa.
Algunos
de ellos son los siguientes:
-Tomarse
las cosas de manera personal. Cuando
solemos creer que el comportamiento de las demás personas tiene que
ver con nosotros.
Por
ejemplo, puede ser que un compañero de trabajo llegue con una mala
actitud y no nos hable de manera amable, podemos llegar a pensar que
esa persona tiene algo en contra de nosotros cuando probablemente no
es así y lo que suceda es que simplemente no ha tenido un buen día.
-Centrarse
en los aspectos negativos. Fijar
la atención total o casi totalmente en los aspectos negativos de
una situación, de las actitudes de otra persona y de lo que nos
ocurre.
Es
decir, dejamos de ver las cosas buenas que nos pasan y tratamos de
encontrar siempre lo negativo de cualquier situación.
-Perfeccionismo.
Este
tipo de error de pensamiento ocurre cuando nos exigimos demasiado a
nosotros mismos y a las personas que nos rodean.
Tienen
siempre las expectativas muy altas, llegando a ser incluso
irracionales y por lo tanto, al notar que estas no se pueden cumplir
tienden a sentirse heridos y desvalorizados, lo cual les desencadena
fácilmente ataques de ira provocados por su misma frustración.
-Exageración.
Muchas
de las cosas por las cuales terminamos desencadenando emociones como
la ira, es por el hecho de exagerarlas y darles más importancia de
la que se merecen.
Esto
ocurre cuando de una cosa pequeña hacemos algo enorme e incluso a
veces después de haber peleado, gritado y/o herido a otra persona,
nos damos cuenta de que “no era para tanto”.
-
Modificar los pensamientos erróneos. Es necesario previamente haber hecho un análisis de los pensamientos erróneos que sueles tener normalmente.
Para
ello puedes anotar en una hoja dos columnas: una en donde escribas
tus pensamientos erróneos y otra en donde escribas un pensamiento
más equilibrado y positivo.
Por
ejemplo, puedes poner en la columna de los pensamientos erróneos “siempre me hace lo mismo” y del lado de los pensamientos
equilibrados “es verdad que hoy no se ha comportado como debería
o como lo desearía pero también tiene actitudes que me gustan
mucho” y así sucesivamente.
Una
vez teniéndolos claros, te será más fácil modificarlos con más
claridad en el momento justo en el que sientes que se está
desencadenando la ira.
-
Ejercicio de respiración. Lleva a cabo algún ejercicio de respiración que te ayude a tranquilizarte como por ejemplo la respiración diafragmática.
Se
trata de inhalar lenta y profundamente, sintiendo como se expande el
abdomen, retener unos segundos el aire y después exhalar
lentamente.
Es
importante esperar por lo menos 10
segundos entre una respiración profunda y otra.
Te
recomiendo que antes que realizar el ejercicio, investigues bien o
veas algún vídeo instructivo acerca de como realizarlo de forma
adecuada.
Los
ejercicios de respiración son excelentes aliados para aprender a
gestionar de manera sana las emociones por lo que reducen la
ansiedad, el estrés y la impulsividad.
Es
normal que una persona que está sintiendo ira comience a tener una
respiración más rápida y agitada.
Cuando
se practican ejercicios de respiración como lo es la respiración
diafragmática, se aprende a respirar de manera más tranquila y
calmada.
Esto
ayuda a disminuir la ira y el deseo de actuar por impulso de manera
desenfrenada.
Es
recomendable practicarlo todos los días ya
que de esta manera el cuerpo se acostumbra a reaccionar de manera
más tranquila y amable.
-
Identifica los comportamientos relacionados con la ira. Antes de realizar alguna acción consecuencia de la ira, ¡pon un alto!.
Hazte
consciente de la acción que vas a llevar a cabo y date cuenta si es
una acción producto de la ira o si es algo que estás haciendo
desde tu nueva perspectiva.
Detenerte
un momento a pensar en el siguiente paso que vas a dar, puede que en
ocasiones no logres evitarla, sin embargo te hará cada vez más
consciente de que tu tienes el control sobre tus acciones.
Esto
sin duda va a provocar que con la práctica vayas haciendo o dejando
de hacer cosas que son producto de la ira y de las cuales te puedes
arrepentir.
Previo
a esto es aconsejable que
hagas
una reflexión de este tipo de situaciones en casa y de la
manera en la que reaccionas normalmente
ante la ira.
Es
decir, ¿qué haces?, ¿qué dices cuando estás enfadado?, ¿a
quién?, etc.
Es
recomendable que vayas anotando todo, tanto tus pensamientos y tus
reacciones.
Después
anota que es lo que sucede después o cuales son las consecuencias
que trae el haber actuado de esa manera y hazte consciente de en qué
aspectos de está afectando a ti mismo y a tu relación con las
demás personas.
-
Modifica tus acciones. El hecho de haber reflexionado acerca de tus pensamientos y de estar trabajando para disminuir tus reacciones físicas, ya es de gran ayuda para ayudarte a modificar tus acciones.
Sin
embargo para que lo logres con mayor eficacia puedes tomar en cuenta
los siguientes consejos:
-Si
has identificado que en ciertas horas del día te sientes más
estresado e irritable, intenta hablar con las personas con las que
tienes más arranques de ira en otro horario en donde te encuentres
más tranquilo.
-Antes
de responder de manera impulsiva, cuenta hasta 10, piensa en las
consecuencias que ello te puede traer y respira profundo.
-
Si
te encuentras muy estresado, sal a dar un paseo y despejate por lo
menos unos minutos.
-
Antes de responder descargando tu ira, preguntate que es lo que
verdaderamente te está molestando y si es tan importante como para
que valga la pena enfadarte.
-
Expresa lo que te molesta de manera asertiva.
Más consejos para controlar la ira
A
continuación voy a brindarte más consejos que puedes poner en
práctica para ayudarte a disminuir los arranques de ira. ¡Escoge
los que más te agraden!
-
Realiza actividades relajantes: ¿Qué tiempo inviertes en tu día a día para relajarte?
Vuelve
una prioridad el dedicar un espacio exclusivo para relajarte y hacer
actividades agradables.
Cuando
no te das esa oportunidad y te dedicas únicamente a llevar a cabo
tus obligaciones del día a día, es normal que el estrés negativo
se te vaya aculumando.
Las
actividades varían de persona a persona y es necesario elegir las
que realmente resulten más relajantes para
ti.
Algunas
opciones pueden ser las siguientes: escuchar música, hacer
ejercicio, meditar, leer un libro, dibujar, darse un baño caliente,
etc.
-
Visualización: En una habitación tranquila, donde no puedas ser molestado, cierra los ojos e imagina escenas que te resulten relajantes.
Concéntrate
en los detalles de cada una de ellas, por ejemplo, si te estás
imaginando en la playa, puedes concentrarte en cosas como: el color
el agua, los olores que aparecen, la temperatura del agua, etc.
También concéntrate en las sensaciones físicas placenteras que aparecen.
Esto
te va a ayudar a encontrar un espacio de calma en tu día a día y
podrás sentirte menos irritado(a) a la hora de enfrentarte a
situaciones estresantes.
-
Escribe un diario: Una de las mejores maneras en las que puedes desahogarte sanamente es por medio de la escritura.
Así
que escoge una libreta que vayas a utilizar específicamente para
anotar lo que sientes y comienza a hacerlo.
Puedes
ayudarte a calmarte a ti mismo, volviendo a escribir viéndolo desde
una nueva perspectiva y eligiendo nuevas ideas de pensamientos y
comportamientos más saludables.
-
Habla con un amigo(a): Si te cuesta trabajo ver las cosas que te provocaron la ira bajo una nueva perspectiva, puedes ayudarte a procesar lo que te ocurrió con la ayuda de un amigo confiable.
Asegúrate
de que tu amigo sea una persona que pueda aportarte algo nuevo y
positivo.
-
Practica la empatía: Cuando aprendemos a ponernos en los zapatos del otro y logramos comprenderlos realmente, es más difícil que nos sintamos enojados por sus acciones.
Recuerda
que todos somos distintos y tenemos nuestras propias historias de
vida que han influido en nosotros para que pensemos y actuemos de
una determinada manera.
Es
por eso que tal vez una determinada situación sea más positiva
para ti pero no lo sea a ojos de la otra persona.
Así
que cada ves que te sientas enojado(a) con alguien, trata de salirte
de ti mismo(a) y ponerte realmente en los zapatos del otro para que
puedas comprenderle más y enojarte menos.
-
Expresa tu ira de manera asertiva: Es necesario que expreses eso que sientes y que no te lo guardes pero también es necesario que aprendas a hacerlo de la manera adecuada.
Los
arrebatos de ira no resuelven ningún problema, al contrario, lo
empeoran
más.
Un
diálogo maduro es la clave para ayudarte a reducir el estrés y
controlar la ira.
Por
ejemplo, si estás enojado(a) con tu pareja, en lugar de gritarle
cosas como: “todo lo haces mal”, “te dije que no hicieras
eso”, “eres lo peor”, etc.
Puedes
optar por describirle como te sientes con un tono de voz tranquilo y
moderado sin juzgarle.
Por
ejemplo: “Siento rabia e impotencia porque me hubiera gustado
hacer las cosas de otra manera, me preocupa que...., quisiera que
encontremos entre los dos una buena solución a esto porque me
genera angustia”, etc.
-
Ayuda psicológica: Siempre será una buena opción acudir con un profesional para ayudarte no solo a controlar la ira, sino que aumentar tu bienestar emocional.
Sobre
todo en esas ocasiones en las que sientes que esta situación se
está yendo constantemente de las manos y cada vez te trae más
problemas con tu entorno y contigo mismo(a).
¿Qué
te parecieron esta serie de pasos y consejos para controlar la ira?
¡Te invito a poner en práctica algunos de ellos!
Recuerda
que la voluntad y la constancia lo es todo, no importa que tan
difícil sea para ti controlar tu ira, tampoco los fracasos que
tengas al intentarlo, te aseguro que si sigues insistiendo vas a
terminar por lograrlo.
Esto
es como cuando estás creándote nuevos hábitos, al principio cuesta
pero cuando llevas un tiempo haciéndolos cada vez te será más
sencillo interiorizarlos.
➤➤➤➤Si
te ha parecido útil esta información, por favor no dudes en
compartirla en tus redes sociales, ¡nunca sabes quien puede verse
beneficiado de ella! 😏
No hay comentarios:
Publicar un comentario