jueves, 8 de noviembre de 2018

¿Cómo nos volvemos adictos al bienestar?


Después de haber estado tantos años programando nuestra mente y nuestro cuerpo para realizar unas determinadas acciones, tener cierto tipo de pensamientos, emociones y sentimientos, cuando hacemos consciencia de que lo que estamos haciendo no nos está llevando a donde queremos llegar y queremos simplemente cambiar nuestro chip mental, nuestro cuerpo dice: “¿a dónde crees que vas?”, “¿Cómo pretendes que cambie si lo que hago esté bien o mal es el único camino que conozco porque es el que he recorrido tantos años?”. ¡Aquí es donde empieza nuestro desafío!

La lucha por el cambio

Como hemos visto en el artículo anterior: “¿adictos al malestar?”, llega un momento en el que preferimos quedarnos en el: “más vale malo por conocido que bueno por conocer” y nos cuesta atrevernos a dar el salto a lo desconocido. Hay que tener en cuenta que para dar ese salto a lo desconocido y volvernos adictos al bienestar, al principio siempre vamos a sentirnos extraños e incómodos aunque realmente estemos dentro de la zona adecuada.

Por lo que nuestro cuerpo comenzará a decirnos que quiere regresar al territorio familiar y va a tratar de persuadir a nuestra mente para convencerla de que lo mejor que puede hacer es volver a donde estaba. Ese es el momento más difícil del cambio ya al sentirse el cuerpo incómodo, comenzará a enviar señales de malestar a nuestra mente los cuales se interpretarán en pensamientos como: “esto no va a funcionar”, “si cambias vas a tener que enfrentarte cada vez a cosas mayores”, “siempre volverás a recaer”, “¿ya viste que mal te estás sintiendo? Abandona la misión”, etc. Todo esto volverá a llevarnos a que tener nuevamente los mismos pensamientos, emociones, sentimientos y acciones.

Pero, después de saber todo esto, ¿cómo podemos comenzar a reprogramar nuestra mente?, ¿cuál es la clave para comenzar a cambiar nuestros malos hábitos? Y sobre todo, ¿cómo podemos volvernos adictos al bienestar?

La meditación como herramienta de cambio


La meditación es una herramienta clave para ayudarnos a desaprender uno o varios hábitos que tenemos muy arraigados. Entre los muchos beneficios que tiene esta práctica se encuentran los siguientes:

  • Nos ayuda a centrar nuestro cuerpo y nuestra mente en el momento presente. Es decir, cuando de manera inconsciente comenzamos a realizar alguna acción o tenemos una reacción determinada (como experimentar taquicardia o temblar en el caso de la ansiedad) estamos recurriendo a reacciones del pasado, las cuales están determinando nuestro presente. Vivimos muchas veces inmersos y condicionados por el pasado, por lo que dejamos de experimentar lo que realmente está ocurriendo en el aquí y ahora. Con la meditación lo que se logra es que nuestros pensamientos, emociones, sentimientos y acciones estén en concordancia con lo que estamos viviendo en estos momentos.

  • El solo hecho de empezar a practicarla y establecer un momento en concreto para llevarla a cabo, estamos empezando a controlar a nuestro cuerpo que es como nuestra mente inconsciente y a dominarlo en lugar de que el nos domine a nosotros. Es como si estuviéramos dándole órdenes y diciéndole: deja las redes sociales, el teléfono, olvida por un momento los e-mails que tienes que contestar, deja de preocuparte por lo que vas a hacer más adelante, en lugar de irte a dormir, ven y presta atención un momento, quédate quieto y enfoca tu atención en la respiración. Desde ese momento nuestra mente comienza a dejar de ser esclava de nuestro cuerpo y comienza a tomar las riendas de la situación.

  • La meditación, nos tranquiliza, aquieta nuestra mente acelerada y condicionada por el pasado, nos hace conectar con nosotros mismos y por lo tanto nos ayuda a conocernos mejor.


¿Qué ocurre cuando comenzamos a cambiar?


A la hora de querer encaminarnos hacia el bienestar y volvernos adictos a el como lo hemos hecho con el malestar, es necesario que tengamos en cuenta lo siguiente:

- Así como con el tiempo hemos reafirmado cierto tipo de pensamientos, emociones, sentimientos y acciones, el proceso de desaprenderlos requiere de tiempo y constancia.

- Cuando nos acercamos a una zona desconocida siempre vamos a experimentar malestar, esto no tiene porque angustiarnos.

- Nuestro cuerpo e incluso nuestra mente casi siempre van a querer regresar al terreno conocido aunque eso no nos lleve a donde lo deseamos. Lo importante es no dejarnos dominar por este impulso.

- Mientras sigamos optando por mantener los mismos pensamientos, emociones, acciones, siempre vamos a obtener los mismos resultados por lo que a veces dar un salto hacia lo desconocido es justo y necesario.


adictos al bienestar


Espero que mi artículo: ¿cómo volvernos adictos al bienestar? Haya aportado algo positivo a tu vida. Gracias por seguir mi blog de psicología y desarrollo personal. ¡Hasta la próxima!


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