viernes, 30 de agosto de 2019

► Cómo saber si soy un workaholic (adicto al trabajo)

workaholic



Un workaholic o adicto al trabajo es aquella persona que tiene una necesidad compulsiva de alcanzar el éxito o de escapar del estrés emocional trabajando en exceso y es incapaz de controlar su comportamiento a pesar de que le esté afectando su salud física y mental.

Como bien sabemos, estamos afectados por una economía cambiante y muchos nos vemos en la necesidad trabajar más duro que nunca sintiéndonos sobrecargados de trabajo.

Sin embargo, para el workaholic esta necesidad de trabajar más duro, va más a allá de la necesidad de pagar las cuentas y es que siente que realmente no puede dejar de trabajar a pesar de los problemas que esto le pueda generar en otras áreas de su vida.

Pero, ¿cuáles son las características de un adicto al trabajo? Y sobre todo, ¿cómo saber si se es un workaholic o adicto al trabajo?

Cómo saber si soy un workaholic (adicto al trabajo)




Para saber si eres un adicto al trabajo puedes echar un vistazo a las siguientes características principales de un workaholic y finalmente determinar si te sientes identificado(a) con una o más de ellas.


  1. Te implicas de forma exagerada en todas aquellas cuestiones relacionadas con el trabajo, al grado de no ser capaz de tomarte unas vacaciones o unos días de descanso porque sientes que estarías “perdiendo el tiempo” que pudieras estar aprovechando en el trabajo.


  1. Cuando te toca irte de vacaciones o tienes algunos días libres no los disfrutas ya que estás pensando todo el tiempo en situaciones relacionadas con el trabajo y esperando el momento en regresar para llevarlas a cabo.




    Puede que también, en caso de tener teléfono de empresa o poder seguir en contacto con tu jefe o compañeros del trabajo, lo sigas haciendo y estés constantemente comunicándote con ellos.


  1. Tienes la creencia que la única manera de ser exitoso en la vida es por medio del trabajo y tu desempeño laboral.




    Por eso siempre estás preocupado(a) por hacer las cosas lo más perfectas que se puedan y eso es lo único que te hace sentir mejor contigo mismo(a).


  1. Realmente no disfrutas de tu trabajo, simplemente te preocupas por terminar tus tareas pendientes con la mayor eficacia posible para continuar con otras más como si estuvieras actuando en piloto automático todo el tiempo.

adicto al trabajo


  1. Sueles llenarte de una gran cantidad de trabajo y responsabilidades ya que te es prácticamente imposible rechazar el trabajo adicional.




    Sientes el deseo de poder llevar a cabo la mayor cantidad de trabajo que te sea posible y a pesar de que puedes estar estresado(a) por ello, también te sientes bien en ese momento de pensar que así “eres más eficaz y productivo”.


  1. Mides tu valía personal de acuerdo a los logros que vayas obteniendo en tu trabajo. Es decir, tu autoestima y amor propio dependen principal o únicamente de tu desempeño laboral.




    Por esta misma razón te obsesionas por hacer más y más cosas ya que eso te hace sentir mejor contigo mismo(a).

workaholic


  1. Te cuesta tomarte incluso breves periodos de descanso durante tu extensa jornada laboral. Sientes que cualquier otra cosa que hagas que no sea trabajar, es tiempo perdido y por lo tanto lo evitas lo más que puedes.


  1. De todas las áreas de tu vida, la única que más te preocupa y en la que inviertes toda tu energía es en el área laboral, olvidándote de todas las demás áreas de tu vida como la familiar, la social, la personal, de pareja, etc.


  1. Te alejas cada vez más de tu familia y amigos, volviéndose tu círculo social más reducido.




    Las únicas personas con la que convives son tus compañeros de trabajo y los únicos temas de los que hablas con ellos y con los demás son los relacionados con el trabajo.


  1. Puedes tener pesadillas frecuentes relacionadas con el estrés o insomnio.


  1. Sientes que estás cada vez más irritable, impaciente y tiendes a tener muchos arrebatos de ira.


  1. Tienes algunos síntomas físicos relacionados con el estrés y la ansiedad como por ejemplo, dolor en el pecho y dificultad para respirar.


adicto al trabajo


  1. A pesar de trabajar una gran cantidad de horas al día y de hacer muchos esfuerzos y sacrificios por hacer cada vez más y mejor tu trabajo, al final del día te quedas con la sensación de no haber hecho lo suficiente.


  1. No puedes recordar la última vez que estuviste enfermo(a) y que tuviste que faltar al trabajo. De hecho, siempre pones primero al trabajo ante todo, incluso ante tu propia salud.

Workaholic: Consejos saludables



No es ningún secreto que hoy en día estemos constantemente ocupados al tener muchas cosas que hacer durante el día.


Los jefes son exigentes, las empresas esperan un gran nivel de compromiso y los nuevos retos a los que tenemos que enfrentarnos están a la orden del día.


A pesar de todo y de lo que implica tener éxito en el área laboral, siempre se pueden adoptar ciertas estrategias para no caer en la adicción y llevar una vida más saludable en donde exista un mayor equilibrio en todas sus áreas.


Para ello es necesario comenzar a modificar determinadas creencias y pensamientos que nos hacen caer una y otra vez en el error de enfocarnos única y exclusivamente en el trabajo, así como adoptar hábitos saludables que harán que aumente nuestro bienestar emocional e incluso físico.


Algunos de los consejos que podemos comenzar a llevar a cabo en el momento en el que lo deseemos son los siguientes:


  1. Identifica las consecuencias que tiene ser adicto al trabajo. Probablemente no seas del todo consciente de las consecuencias que ser un workaholic o adicto al trabajo está trayendo a tu vida.



    Piensa en todas y en cada una de las áreas de tu vida por separado y date cuenta en la manera en la que te está afectando en cada una de ellas.


    Por ejemplo, en el área de pareja, ¿crees que quedarte hasta tarde en la oficina te va a ayudar a evitar o resolver los problemas con tu pareja?, ¿en qué aspectos ha perjudicado a tu relación?


  1. Deshazte del “todo o nada”. No vas a ser un fracasado(a) por no haber terminado tus tareas pendientes, tampoco va a pasar nada porque te equivoques en más de una ocasión, ni vas a ser un perezoso por tomarte unos días de descanso o irte de vacaciones.



    Recuerda que nadie es perfecto y pretender serlo solo te va a generar más frustración e infelicidad.


    Así que comienza a relajarte un poco más, deja de ser tan exigente contigo mismo y trata de ser compasivo. Cuando te hables a ti mismo imagínate que le estás hablando a tu mejor amigo(a), hazlo con amor, comprensión y cariño.


  1. Ritual matutino saludable. La manera en la que comenzamos el día suele ser determinante para saber como nos sentiremos durante todo el día.




    Por eso es importante comenzarlo con un ritual matutino que nos haga sentir felices. El implementar esto en tu rutina diaria te brindará una sensación de autocontrol y bienestar antes de comenzar tus actividades.



    Un ejemplo de ritual matutino que podrías llevar a cabo sería despertar escuchando tu canción favorita, levantarte con el tiempo suficiente para disfrutar de un rico desayuno, practicar unos minutos la meditación, darte un baño relajante, etc.


    La finalidad es que no te levantes todos los días como si estuvieras en piloto automático, con prisas y estresado(a) de pensar en todas las actividades que tienes que hacer.


  1. Estrategias de autocuidado. Recuerda que por mucho que sigas haciendo esfuerzos por hacer un mejor trabajo, pases más y más horas inmerso(a) en la oficina, etc. sino cuidas de ti mismo (física y mentalmente), va a ser difícil que logres lo que deseas.



    Imagina que llegas hasta donde quieres llegar en el área laboral pero de un momento a otro caes enfermo o comienzas a experimentar síntomas de una depresión, no podrías realmente disfrutas tus éxitos.


    Por eso es importante que le des prioridad a tu salud y bienestar emocional, aunque es realmente difícil y normal que una persona que lleva mucho tiempo siendo adicta al trabajo no pueda cambiar de la noche a la mañana, lo importante es empezar a hacerlo.

    ¿Qué puedes hacer? Sino te sientes ahora cómodo con tus tiempos de descanso, puedes aprovechar ese espacio para acudir con los profesionales adecuados para evaluar y tratar su salud física y psicológica.

Por último pero no menos importante, recordarte que para que puedas sentirte bien física y emocionalmente tiene que haber un equilibrio sano entre todas y cada una de las áreas de tu vida o por lo menos en la mayoría de ellas.


Imagina que sería de tu vida si todo fuera trabajo, ¿con quien podrías disfrutar de tus logros?, ¿quien o quienes podrían apoyarte cuando tuvieras alguna dificultad?, ¿te imaginas tu vida sin el respaldo de tu familia o amigos?


Date cuenta del valor y la importancia que tienen otras áreas de tu vida y no te olvides de seguir enriqueciéndolas ya que finalmente son más importantes que el área laboral.


Gracias por quedarte hasta el final y seguir visitando mi blog “Dosis de psicología”, espero que este post haya sido de tu agrado y sobre todo que haya aportado algo positivo a tu vida. 

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