martes, 21 de febrero de 2017

¿Cuánto cuesta ser feliz?

Pareciera que todo el tiempo buscamos la felicidad como si estuviera basada únicamente en el cumplimento de nuestras metas e ideales. ¿Acaso has escuchado alguna vez a alguien decir que su meta en la vida es alcanzar el éxito? Llegando a tener ese puesto que tanto ha deseado, comprarse ese auto con el que siempre soñó, llegar a tener una gran empresa, casarse con el amor de su vida, ganarse la lotería, etc.

Nada de eso que se desea es malo, son metas que cada persona establece de acuerdo a su manera de pensar, sus experiencias, creencias y sus ideales. Lo que no está del todo bien es que vivamos pensando que eso nos va a dar la felicidad que tanto hemos deseado tener. 

Nos pasamos la vida trabajando y esforzándonos tanto en el proceso para lograrlo que olvidamos de disfrutar y experimentar el presente. Es como cuando vivimos pensando en un mejor mañana y nos olvidamos de disfrutar el hoy que es lo único que tenemos seguro.

¿En dónde puedo encontrar la felicidad?

Déjame decirte algo, la felicidad está tan alcance de la mano que a veces somos incapaces de reconocerla, pero se preguntarán: ¿en dónde podemos encontrarla? ¡Podemos encontrarla incluso en una canción! 

La podemos encontrar a diario, no es necesario esperar muchos años a que logremos nuestras metas para poder encontrarla ya que es pasajera, viene y va. No se puede quedar TODO el tiempo porque perdería su esencia, sin embargo depende de nosotros hacer que nos visite más seguido.


¿En donde podemos encontrar la felicidad?


¿Has escuchado la frase de "las pequeñas cosas hacen la diferencia"? Parece muy trillada pero es muy cierto. La felicidad la podemos encontrar cuando aprendemos a disfrutar e incluso a saber valorar lo que tenemos a nuestro alrededor. Cuando nos damos cuenta de que algo que pareciera tan pequeño e "insignificante" nos puede alegrar tanto que la alegría producida por esa pequeña acción podríamos conservarla por todo un día, incluso semanas. 

Una mirada, un "simple" gesto de gratitud, un abrazo, una llamada inesperada, un "te extraño" o un "te quiero", el que empiecen a tocar sin esperarlo la canción que nos gusta, etc. Una pequeña acción puede llegar a cambiarle la vida a alguien, un simple gesto que para ti puede significar nada, para otra persona puede significarlo todo.

Normalmente solemos dejar de lado las pequeñas cosas que marcan la diferencia ya que probablemente hemos aprendido a enfocamos en "grandezas". Recuerda que la felicidad no tiene precio ya que no se puede pesar ni medir por lo tanto tampoco se puede comparar y menos comprar, la felicidad se encuentra en todos y cada uno de nosotros, sólo hay que aprender a valorarla y disfrutarla. 

Es un regalo que te da la vida por lo que está siempre en ti, la felicidad no tiene fin. Si comenzamos a percibir la vida de está manera y disfrutamos del día a día, nuestra vida sería más interesante y divertida.

Te invito a que te enfoques en tu presente, comiences a disfrutar cada momento y no esperes a alcanzar tus metas para ser feliz, sino que también puedas serlo durante todo el proceso.



"La felicidad no reside en las posesiones, ni en el oro, la felicidad habita en el alma" 
-Demócrito-

Espero que te haya gustado este artículo y que haya podido aportar algo positivo en tu vida. Gracias por visitar mi blog "Dosis de psicología". Te recomiendo que le eches un vistazo a mi artículo: Frases sobre la felicidad: las 20 más poderosas


¡Nos leemos pronto!

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