viernes, 24 de febrero de 2017

Cuando la tristeza nos invade

¿Has experimentado alguna vez un dolor emocional tan fuerte que sientes que no puedes soportarlo más y que nada ni nadie te puede ayudar a salir de esa situación? 

Un dolor tan intenso que sientes que preferirías cambiarlo por un dolor físico. A todos nos ha pasado alguna vez o nos pasará en algún momento de nuestras vidas ya que como les comentaba en mi artículo "Dolor y sufrimiento" es parte también de ella así como la felicidad y la alegría.

En ese momento en el que el dolor se siente tan intenso, podemos llegar a experimentar todo tipo de emociones fuertes las cuales muchas veces nos pueden llevar a generar pensamientos de juicio y rechazo ante esa situación que te hacen pensar de modo diferente. 

Nuestra perspectiva de las cosas comienza a cambiar, por lo tanto, lo que era antes blanco ahora es totalmente negro, si antes tus metas parecían alcanzables ahora dejan de serlo, las personas por las que te sentías querido(a) ahora sientes que te han dado la espalda, entre muchas otras cosas. Es como si nuestra percepción de la vida cambiara de un momento a otro.

cuando la tristeza nos invade


Está claro que todos o al menos la mayoría de las personas desearíamos que existiera una "pastillita" que al igual que aliviara los dolores físicos, pudiera desaparecer también todos los dolores emocionales. 

Lamentable o afortunadamente hasta ahora nadie lo ha logrado inventar, no dudemos que pudiera existir en algún tiempo porque con los grandes avances científicos nunca se sabe. Mientras seguimos en la espera puedo darte algunos consejos para hacer que esos momentos de dolor emocional no logren consumirnos del todo y podamos salir adelante de una manera sana.

La pregunta ahora sería: ¿cómo vamos a lograrlo?, ¿cómo acabar este dolor que estoy sintiendo? 

Sabemos que el dolor es inevitable, pero lo que también es cierto es que las personas tenemos la capacidad para saber afrontarlo y hacer que el dolor no termine en
sufrimiento, el cual es provocado por nuestros pensamientos negativos acerca de la situación que no nos permiten avanzar. 

¿Cuantas personas viven en un sufrimiento que pareciera eterno, incluso aún habiendo ya solucionado el problema que comenzó ocasionando su dolor?

A continuación te presento algunas herramientas a manera de tips en los que puedes apoyarte para superar esa situación difícil por la que te encuentras atravesando o para que te encuentres más preparado(a) antes de afrontar alguna dificultad.

Vive tu dolor: Lo primero que vamos a hacer es evitar que se prolongue más. Por lo tanto tenemos que vivirlo, experimentarlo, permitirnos sentirlo sin resistirnos. Hay situaciones en las que el dolor es inevitable, no somos de piedra para pretender no sentirlo. 

Lo peor que podemos hacer es tratar de evitarlo y hacer caso omiso de él. Tenemos que exponernos ante ese dolor emocional, no guardar nada, ya que de esta manera también podemos “desintoxicarnos” de él y superarlo. 

Si acabas de sufrir una terrible experiencia o una situación adversa lo peor que puedes hacer es salir por ahí, decir que te encuentras bien, que no ha pasado nada y dejar de darle importancia a aquello que te causó dolor. ¡Exprésalo!

Desahógate: Muchas veces cuando lloramos, gritamos y nos descontrolamos por el dolor que estamos sintiendo, las personas que se encuentran a nuestro alrededor, con la mejor intención de ayudarnos, nos hacen ver que desahogarte es malo. Que no debes de llorar, de gritar, que debes de parecer calmado ante esa situación. 

Esto es porque ellas mismas no saben como lidiar con su propio dolor, es algo que desconocen totalmente. Es importante que nunca te reprimas, que te liberes y dejes salir todo eso que sientes. Por eso lo mejor que puedes hacer es llorar, gritar, escribir, hablar con un familiar o un amigo, etc. El hacerlo es esencial para seguir adelante e ir aliviando tu dolor.

Tómate tu tiempo: Debemos de darnos un espacio para nosotros mismos, para reconocer nuestras emociones, expresarlas y comprender que en éste momento no nos encontramos bien. Si necesitamos quedarnos en casa un fin de semana, unos días, irnos a relajar a un lugar determinado, adelante. Tenemos que descansar y recuperarnos. Recuerda que es tu momento y debes de respetarlo.

No olvides consentirte: Se autocompasivo contigo mismo. Piensa en que es tu mejor amigo(a) al que estás tratando de ayudar y hacer sentir mejor. Tratate con cariño, con mimos, no te autorreproches ni te hagas daño autocastigandote o esforzándote demasiado para “sentirte mejor”. Haz cosas que disfrutes, vete a comer ese helado que tanto te gusta, a cenar a tu lugar preferido, ponte a ver una película que te guste mucho, date un buen baño relajante, un masaje,  etc.

cuando la tristeza nos invade


Salir de casa: Algunas personas suelen aislarse de los demás porque han pasado mucho tiempo encerrados en casa. Esto lo único que hace es provocar un círculo vicioso que les impide salir adelante de esa situación. Incluso puede provocarles depresión. 

Es recomendable que aunque no queramos al principio, nos obliguemos a salir poco a poco. Aunque sea un momento a caminar y tomar aire. El hacerlo mejora nuestro estado de ánimo.

Estar en contacto con familiares y amigos: No hay que dejar de perder el contacto con los amigos o familiares más cercanos ya que son de gran ayuda para poder avanzar y salir adelante. 

Mientras más nos alejamos solemos prolongar más el dolor, el poder estar en contacto y/o frecuentarlos, nos ayudará a distraernos por lo tanto a estar más tranquilos así como sentirnos más apoyados.

Terapia psicológica: Podemos acudir a terapia psicológica para ayudarnos a avanzar más rápido en este proceso pero sobre todo de la manera más sana posible.

La meditación como terapia de sanación. Cada vez más personas la practican y es que los beneficios que trae consigo son muchos. Entre los beneficios que aporta el meditar es que aumenta la creatividad, sirve como técnica de relajación, mejora la capacidad de resolución de problemas y toma de decisiones. 

Es eficaz para el desarrollo de la memoria, reduce el estrés y los desórdenes causados por el mismo, incluyendo la hipertensión, el colesterol alto, el infarto y la aterosclerosis, entre otros. Por lo tanto no sólo ayuda a combatir los problemas emocionales sino también los físicos.

Hacer ejercicio: Está comprobado que cuando hacemos alguna actividad física, el cerebro produce una gran cantidad de sustancias llamadas endorfinas, las cuales pueden aliviar el dolor como pueden hacerlo algunas drogas como la morfina y la heroína. 

A diferencia de que éstas, las endorfinas no tienen los efectos secundarios que las drogas acarrean al sistema nervioso. Por lo tanto al liberar esta sustancia en nuestro cuerpo nos vamos a sentir más animados, plenos, relajados y por lo tanto más felices.

que hacer cuando la tristeza nos invade


         “Después de la tormenta viene la calma; después del duelo llega el crecimiento personal"

Gracias por seguir visitando mi blog “Dosis de psicología”. Espero haber podido brindarles algunas herramientas para que puedan atravesar por esas situaciones tan difíciles que trae consigo la vida. ¡Hasta la pròxima!

Si quieres seguir leyendo más artículos relacionados:

¿Cómo saber si tengo depresión?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

PUBLICACIONES POPULARES