“Siento
que mi vida no tiene sentido, me cuesta mucho levantarme por las
mañanas para ir a trabajar, parece que hago todo por inercia, no me
interesa nada más que llegar a casa y descansar. Me siento agotada
todo el día, como si llevara todo el tiempo una carga muy pesada
sobre mi espalda, cada vez me siento más negativa y desanimada, no
se que va a ser de mi vida, siento que nadie me entiende.”
Es
normal que en algunas ocasiones lleguemos a sentirnos, tristes,
desganados, abatidos, podamos llegar incluso a tener problemas para
dormir, sin embargo, no siempre podemos decir que tenemos
depresión. Todas las personas atravesamos por momentos en los que
debido a ciertos acontecimientos adversos, los cuales muchas veces
están fuera de nuestro control, podamos llegar a experimentar
tristeza, cuestionarnos sobre algunos aspectos de nuestra vida y
llegar a sentirnos más negativos que optimistas. Debemos de tener
en cuenta que así como la alegría y la felicidad forman parte
natural de la experiencia humana, también lo es la tristeza, la
desesperación, el abatimiento, etc.
¿Cómo saber cuando se trata de
una depresión?
La depresión es una enfermedad,
así como lo es una diabetes o una úlcera gástrica y requiere de
atención especial. Para
saber reconocer cuando se trata verdaderamente de una depresión,
debemos de tomar en cuenta los siguientes aspectos:
- La persona vive un malestar y
deterioro importante en una o más áreas de su vida, como por
ejemplo, en el área personal, social y/o laboral. Una persona con
depresión puede presentar dificultades para levantarse, para salir a
hacer la compra, para relacionarse con las demás personas, presenta
sentimientos de inferioridad y de apatía, disminuye su capacidad
para concentrarse, etc.
- La persona experimenta este
malestar la mayor parte del día, casi cada día durante al menos 2
semanas.
¿Cuáles son las causas de la
depresión?
Entre los factores causales de
la depresión se encuentran los genéticos, biológicos y
psicosociales, los cuales están siempre en constante
interacción.
- Factores biológicos: La
estabilidad emocional está íntimamente ligada a los
neurotransmisores. Cuando las células nerviosas de nuestro
cerebro pierden la capacidad de producir una cantidad adecuada de
cierto neurotrotransmisor, como por ejemplo, la noradrenalina,
la serotonina y la dopamina puede aparecer un trastorno
del estado de ánimo como la depresión, en este caso.
- Factores genéticos: La
herencia genética es un factor a tener en cuenta ya que la
depresión tiende a continuarse en familias. Está comprobado que
existe una mayor predisposición
en mujeres que en hombres.
-Factores psicosociales:
Situaciones adversas y difíciles que ocurren en la vida, pueden
desencadenar una depresión.
Es
importante saber que cualquier
persona puede ser propensa en un determinado momento a padecerla,
sin embargo existen algunas que presentan una mayor disposición,
como por ejemplo:
-
Mujeres con desequilibrios hormonales.
-
Personas que están expuestas a situaciones de estrés constantes.
-
Personas que se encuentren atravesando un proceso de duelo.
-
Por predisposición hereditaria.
-
Pérdida de alguno de los progenitores antes de los 11 años.
-
Pérdida del cónyuge.
-
Mujeres embarazadas.
-
Personas que han tenido una infancia difícil.
-
Personas con algún otro tipo de problema de salud mental.
-
Personas que tienen alguna enfermedad mortal o crónica.
-
Personas que presentan algún desequilibrio químico.
-
Personas que debido a la migración a otro país presentan
dificultades de adaptación.
-
Personas que han padecido depresión anteriormente.
-
Baja exposición a la luz solar.
-
Consumo de alcohol y drogas.
Tratamiento para la depresión
La depresión requiere ser tratada
por un profesional y no únicamente por fuerza de voluntad u
otros medios. Este tratamiento tiene mucho éxito y en
el gran mayoría de los casos, las personas consiguen un alivio de
sus síntomas y logran regresar a su vida normal, a veces incluso en
pocas semanas. Es necesario buscar ayuda lo más pronto posible,
ya que mientras más tiempo tardemos en hacerlo, será más difícil
de tratar por lo que el proceso de recuperación será más lento. El
profesional es el que va a valorar que tipo de tratamiento va a
requerir la persona con depresión ya que el tratamiento puede
establecerse a base de fármacos (antidepresivos), de psicoterapia
únicamente o una combinación de ambas.
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