¿Cómo
aconsejar alguien? Es una pregunta que se hacen muchas personas que
han querido ayudar a otras pero que no han encontrado las palabras
adecuadas para hacerlo.
Y
es que en realidad para saber como aconsejar a alguien de forma
adecuada no necesitamos tener un extenso conocimiento acerca muchos
temas, simplemente se trata de escuchar, aunque el hacerlo
irónicamente es lo que resulta más complicado.
Cómo aconsejar a alguien
Para
saber aconsejar a los demás de la mejor manera posible, necesitas
llevar a cabo lo siguiente:
-
Escucha con atención: No es lo mismo escuchar que simplemente “oír” al otro(a). La capacidad de escuchar requiere de voluntad y en ocasiones de esfuerzo para hacerlo de forma adecuada.
Cuando
oímos lo hacemos porque no hay otro remedio, estamos al lado de
alguien que está hablando, sin embargo podemos
no estar prestandole atención o estar interpretando lo que nosotros
deseamos
interpretar.
Puede
ser también que estemos “escuchando” y a la vez pensando en
otras cosas, como lo que vamos a hacer hoy, lo que sucedió por la
mañana, la discusión con la pareja, etc.
Así
que lo primero que tenemos
que empezar a poner en práctica es nuestra
capacidad de prestar atención.
Tratar
de
hacer
de cuenta
que
lo
que nos
esté diciendo la
otra persona sea
lo más importante que hemos
escuchado jamás.
Cuando
escuchamos podemos percibir emociones y sensaciones de la otra
persona, notar claramente como cambia su tono de voz cuando comienza
a tocar ciertos temas.
Podemos
percibir si
lo que siente es miedo, alegría, tristeza,
etc. somos capaces de ponernos en su lugar y experimentar por unos
momentos como se está sintiendo y ser capaces de reaccionar de
acuerdo a ello y no de acuerdo a lo que dicta nuestra mente.
-
Empatía y no juicio: Cuando aconsejamos a otra persona tendemos a caer en el error de enjuiciar lo que nos está diciendo de acuerdo a nuestras normas y creencias personales.
Por
ejemplo, puede estarnos contando acerca de lo mal que se siente
cuando se queda solo en casa y lo mucho que echa de menos a su
pareja.
En
este caso, si nosotros somos más independientes, no tenemos pareja
o simplemente no sentimos lo mismo cuando estamos solos, podemos
comenzar a enjuiciar lo que dice y a restarle importancia.
Por
lo que tenderemos a aconsejarle bajo
esa percepción nuestra que no tiene nada que ver con la suya y
decirle cosas que no le serían de utilidad ya que tiene una manera
de sentir totalmente distinta.
Para
poder
empatizar tenemos que expandir nuestra consciencia, abrirnos a
conocer una nueva manera de ver las cosas y
sentir curiosidad porque otra persona está experimentando algo
distinto.
Tenemos
que ir más allá del juicio y reconocer que aunque nuestras
creencias, valores, sentimientos
y/o nuestra personalidad no
sean similares a
los del otro, eso no tiene porque ser una limitante para
comprenderlo(a).
-
Ponte en su lugar: Después de haber escuchado con atención a esa persona, de indagar en su mundo interno e interesante por ella sin emitir juicios de valor, lograrás ponerte con mayor facilidad en su lugar.
Aún
asi tienes que hacer un esfuerzo por imaginar que estás en sus
zapatos y atreverte a ver la vida de la manera en la que esa persona
la ve.
A
partir de ahí podrás identificar mejor cuales son las herramientas
con las que cuenta para hacer frente a la situación que está
atravesando, cuales son sus mayores dificultades, con que personas
cuenta para que puedan ayudarla, etc.
-
Ayúdale a encontrar sus propias soluciones: Todas las personas contamos con nuestra propia sabiduría interior y sabemos en el fondo que es lo que realmente deseamos.
Sin
embargo estamos tan condicionados que nos confundimos y muchas veces
no sabemos que camino elegir.
Nuestra
tarea como consejeros es ayudar a la persona que vamos a aconsejar a
que acceda a su propia sabiduría interior para que ella misma pueda
encontrar sus propias respuestas.
Esto
se nos va a facilitar al estar escuchándolo(a) atentamente,
empatizar con el(ella) y ponernos en sus zapatos realmente.
-
Asegúrate de NO hablar más que el(ella): Los mejores consejeros con aquellos que tienden a escuchar más que a hablar.
Cuando
una persona se dedica a hablar e incluso a interrumpir al otro
cuando habla, es evidente que no sabe escuchar de forma adecuada y
por lo tanto tampoco podrá empatizar ni ponerse en los zapatos del
otro.
Aparte
de que si se dedica más a esta hablando y no escucha realmente a la
otra persona, en seguida se va a notar y el mensaje que le va a
enviar al otro(a) es bastante negativo.
Así
que cuando aconsejes dedícate a escuchar a la otra persona, no
importa sino dices mucho o casi nada, eso va a ser mejor que estar
hablando de más.
-
Cuida tu lenguaje no verbal: Asegúrate de que cuando la otra persona esté hablando tus movimientos corporales y tus gestos no envíen un mensaje inadecuado.
Por
ejemplo, puede ser que estés tratando de escuchar a esa persona
pero que estés continuamente bostezando, por lo que el otro
interpretará que estás aburrido(a).
También
puede ser que estés tratando de escucharle pero estés
constantemente mirando hacia otro lado o que estés a la vez mirando
el teléfono, etc.
Si
quieres aprender a aconsejar de forma adecuada tienes que brindarle
ese espacio a la otra persona en donde le estés ofreciendo ese
tiempo y toda tu atención.
Eso
puedes demostrárselo evitando los bostezos, mirándole a los ojos,
evitando otras distracciones cuando esté hablando, etc.
-
No des nada por hecho: Si tienes alguna duda acerca de lo que te está contando la otra persona, pregúntale directamente y no des nada por hecho.
Recuerda
que al hacerlo podemos volver a caer en la trampa de estar
interpretando las cosas de acuerdo a nuestra propia experiencia y no
de acuerdo a lo que en realidad le sucede a esa persona.
Si
le preguntas, vas a obtener más información de eso que le está
ocurriendo y vas a poder profundizar más en lo que le pasa.
Espero
que este post pueda servirte de utilidad, recuerda que mientras más
lo practiques, podrás hacerlo mejor cada vez.
No
te preocupes por decir o no las palabras “adecuadas” a la otra
persona, si sientes que no puedes aportarle algo que sea para ella de
valor, lo mejor es hacérselo saber.
Ten
claro que para esa persona significará más e incluso le será de
más utilidad el que haya sido escuchada que todo lo que le puedan
decir ya que podrá ir encontrando con mayor facilidad su propias
respuestas.
Uno
de los momentos más cruciales cuando más que aconsejar a una
persona, tenemos que acompañarle pero desconocemos cual es la manera
adecuada de hacerlo es cuando la otra persona está atravesando un
proceso de duelo.
A
continuación te presento un artículo que tiene como finalidad darte
a conocer una serie de pautas en las que puedes apoyarte para
acompañar a esa persona que ahora sufre:
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