lunes, 16 de marzo de 2020

8 creencias irracionales que te impiden ser feliz con tu pareja



Es importante detectar si existen creencias irracionales acerca de como debería ser una relación de pareja ya que lo que creemos acerca de ella, determina la manera en la que la vivímos.

Una creencia es algo que damos por hecho, este o no este probado, simplemente lo asumimos como verdadero.

Todas las personas desde pequeñas vamos adoptando por medio de nuestras experiencias (lo que nos dicen y vemos en la sociedad, familia, medios de comunicación, etc.) una serie de ideas y pensamientos que convertimos en creencias.

Estas creencias que vamos adoptando determinan la forma en la que vemos el mundo y nos relacionados con los demás.

Las creencias irracionales nos llevan a actuar de manera negativa, causando un impacto de manera directa al vínculo afectivo.

Son creencias que no tienen fundamentos objetivos y que el seguir adoptándolas únicamente nos causan sufrimiento.

Por lo que aprender a reconocerlas es el paso más importante para comenzar un cambio y modificarlas por otras más adaptativas y racionales.


En este post te daré a conocer 8 de las creencias irracionales más comunes que podrías estar adoptando en tu relación de pareja.

8 creencias irracionales comunes en la pareja


  1. Hacer hipótesis de lo ocurrido (el/la inventor/a). Cuando se sacan conclusiones sin basarse en una evidencia sólida.


    Por ejemplo, si el(ella), ha llegado más tarde de lo habitual a casa, se pueden llegar a conclusiones rápidas, como:


    Nunca llega tarde, de seguro está saliendo con otra(o)”, “seguro que tardó más en llegar a casa porque no quiere pasar tanto tiempo conmigo”, “¿qué habrá estado haciendo tanto tiempo fuera? Algo bueno seguro que no”.


    Este tipo de pensamientos puede llevarnos fácilmente al enojo y posteriormente al reclamo que puede terminar en conflicto.


  1. Sobregeneralización (el/la absolutista). Se tiende a considerar un incidente aislado como modelo o norma permanente.


    Por ejemplo: “nunca es amable conmigo”, “todos los hombres(mujeres) son iguales”, “siempre hace lo mismo”, “siempre soy yo quien tiene que tomar la iniciativa”, “nunca me toma en cuenta”, etc.


    Cuando adoptamos este modelo de pensamiento, nos olvidamos de aquello que hace la pareja que nos agrada.


    Y le damos a entender que aquello que a nuestros ojos ha hecho bien, no cuenta, que “siempre” va a seguir actuando igual.


    Para la persona que tiene este tipo de creencia también genera malestar ya que pensar en términos absolutistas aumenta el grado de insatisfacción en pareja y personal.

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  1. Restar importancia a lo positivo (el ojo del halcón). Se resaltan únicamente los aspectos negativos, ignorando o dándole menor importancia al aspecto positivo.




    Por ejemplo: “al fin hizo algo por mi pero no creo que haya sido por iniciativa propia, seguro que alguien le aconsejó que lo hiciera”, “me parece bueno lo que hizo, esto ha sido pura casualidad”, “vaya, hasta que hace algo bueno”, etc.





    Esta creencia provoca que la pareja se sienta poco valorada, lo cual aparte de provocarle insatisfacción también reduce las posibilidades de que actúe de la manera deseada.

  1. Adivinación del pensamiento (el/la adivino/a). Sentirse capaz de saber que es lo que el otro está pensando o sintiendo antes de que se lo comuniquen.




    Implica también creer que el otro puede hacer lo mismo y adivinar los propios pensamientos.




    Por ejemplo: “no le dije que me hizo sentir mal pero eso erá lógico”, “seguro que lo sabía y no le importó”, “no le voy a pedir que sea más amable porque me va a decir que no”, “seguro que está pensando hice las cosas mal”, etc.





    Si te sientes identificado(a) con este tipo de creencia, es muy probable que te sientas frustrado(a) y que incluso llegues a pensar que “no son incompatibles”.



    Ya que para ti la compatibilidad esta relacionada con saber identificar todo el tiempo lo que la pareja desea y viceversa.


  1. Magnificar lo negativo y minimizar lo positivo (las gafas sin graduar). Se le atribuye una mayor o menor importancia a una situación o circunstancia.



    Por ejemplo: “no se ha portado cariñoso(a) conmigo estos días, seguro que ya no me ama”, “me viene a visitar todos los días, esto es lo mínimo que puede hacer”, etc.




    Cuando tendemos a exagerar lo negativo y minimizamos lo positivo, el mensaje que le damos a la pareja es el siguiente: “no importa lo que hagas, nunca va a ser suficiente para mi”.



    La otra persona, al no ser reconocida por las cosas que ha hecho bien lo más probable es que deje de hacerlas con el tiempo.

  1. Etiquetar de manera negativa (la marcación rápida). Definirse a sí mismo o a la pareja, basándose en los errores del pasado, sin otorgarle u otorgarse la oportunidad de desprenderse de esa definición.



    Por ejemplo: “no es cariñoso(a)”, “es un despistado(a)”, “es un desastre”, etc.




    Este es error tan común lo único que hace es predisponer a la otra persona para que actué de la manera que no deseamos.


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    Y es que puede creerse realmente que no es que actúe así en algún momento es que “así es” y por lo tanto “no puede cambiar” o le sería muy difícil hacerlo.

  1. Ver todo negro (las gafas oscuras). Cuando lo que se ve está asociado al estado mental actual.



    Por ejemplo, si la persona se encuentra triste o negativa, se pueden llegar a tener pensamientos como:



    Nunca saldremos adelante”, “nos espera un futuro fatal”, “vamos a vivir siempre peleando”, etc.




    Cuando se adopta este tipo de idea irracional, al estar relacionadas las emociones con los sentimientos, es normal que nos lleguemos a sentir sumamente tristes y desesperanzados.


    Por lo que en lugar de motivar a la pareja hacemos que ella misma también empiece a creer que realmente no hay nada que se pueda hacer para mejorar.

  1. Creer que el otro es 100% bueno o 100% malo (ángel o demonio). Pensamiento polarizado, las cosas son blancas o negras, se es un justo o injusto, un fracasado o un perdedor, se ama o se odia, no hay un punto intermedio.


    Es decir, no hay flexibilidad en el pensamiento y cuando no hay términos medios es seguro que se caiga frecuentemente en la frustración.


    Y es que al no ser ninguna pareja o relación perfecta, la persona tenderá a sentirse insatisfecha al lado de cualquier persona.


Como combatir las creencias irracionales



  1. Evitar hacer hipótesis: Cuando hacemos hipótesis nos adelantamos a situaciones que no sabemos si son reales o no.


    En el caso de hacer constantemente hipótesis (sobre todo negativas) acerca de la pareja, nos dedicamos a sufrir sin fundamentos. ¿Por qué generarnos malestar con anticipación?


    Es decir, puede que las hipótesis sean ciertas o no, pero, ¿para qué preocuparnos antes?


    Si se está intranquilo(a), lo mejor es comunicarnos con la otra persona y/o esperar a hablar con el(ella) para saber realmente que es lo que sucede.


    Esto está relacionado con la confianza y si existe falta de confianza en la relación ya tienen un aspecto muy importante con la que es necesario trabajar.

  1. Evitar la sobregeneralización: Cada vez que te sorprendas diciéndole cosas a tu pareja como: “siempre”, “nunca”, “todo el tiempo”, etc. (sobre todo si es con connotación negativa)


    Pon un alto a aquello que vas a decir, modifícalo y opta por comunicarle cosas como: “no cumpliste con tu promesa en esta ocasión”, “has llegado tarde hoy”, “te he sentido distante estos últimos días”, etc.


    Es decir, ten siempre en cuenta aquello que si ha hecho con anterioridad y dale la importancia que se merece.
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  1. No minimices lo positivo: Piénsalo así, ¿te gustaría que tu pareja le restara importancia de aquello que estás haciendo bien?, ¿cómo te sentirías al respecto?


    Trata de ponerte en el lugar del otro realmente y vuelvete consciente de cómo puede estarse sintiendo.


    Seguramente si tu pareja te remarca todo el tiempo lo que para ella estás haciendo mal y nunca reconoce tus esfuerzos y lo bien que puedes hacer las cosas, te desmotivarías.


    No es cuestión de suerte que tu pareja haya hecho eso, por más que alguien lo haya asesorado, el(ella) hizo las cosas porque quiso y porque pudo hacerlo.


    Así que comienza a enfocarte en lo positivo y a dárselo a conocer. Al hacer esto, aumentarás las posibilidades de que repita este tipo de acciones.

  1. Imposible adivinar el pensamiento: Es normal que la pareja, aún teniendo muchos años de relación no reconozca todo el tiempo lo que uno necesita sin habérselo hecho saber.


    Hay que tener en cuenta de que muchas veces ni uno mismo sabe que es lo que quiere, ¿por qué tendría que saberlo otra persona?, ¿qué tenemos que hacer?


    Pueden haber ocasiones en las que la pareja reconozca lo necesitamos pero como no será así la mayor parte del tiempo, lo correcto es comunicárselo.


    El comunicarle a la pareja nuestras necesidades, pensamientos y deseos, no solo evitara malos entendidos y frustraciones innecesarias, también ampliará la comunicación.


    Y es que una buena comunicación en pareja es indispensable para fortalecer la relación.



  1. No etiquetar: Ponerse una etiqueta es una manera de encasillarse en algo y robarnos la oportunidad de mejorar.


    Hay que tener en cuenta que las personas cambiamos constantemente, que no somos estáticas y tampoco somos eso que pensamos o de la forma en la que actuamos.


    Cuando uno etiqueta a alguien o así mismo, le puede generar la creencia de que así es por naturaleza y por lo tanto no hay forma de cambiar.


    Una persona no puede definirse como “despistada” porque no todo el tiempo va a serlo, será despistada en ocasiones pero su naturaleza no es “despistada”.


    Siempre puede hacer cosas por prestar más atención a aquello que está haciendo o una persona que “no es cariñosa” puede ser que en ocasiones si lo sea o que después cambie.


    Así que cada vez que te descubras haciendo alguna declaración de este tipo, modificarla por otra más flexible, positiva y sobre todo realista.

  1. Sé más flexible mentalmente: En esta vida todo es relativo, generalmente no hay extremos.


    Lo mismo ocurre con la pareja, por lo que una pareja no puede ser 100% mala pero tampoco 100% buena, ¿nosotros lo somos?


    Por supuesto que no. Hay que tener en cuenta que hay ocasiones en las que puede ser que la pareja y/o nosotros mismos nos comportemos de manera más justa, menos justa, seamos más cariñosos, menos, etc.


    En la vida nos pueden ocurrir cosas que no sean extraordinarias pero tampoco horribles, entre otras cosas.


    Tener una mente más abierta y volvernos más flexibles a la hora de percibir lo que nos ocurre, sin duda nos ayudará a vivir menos frustrados y más tranquilos.



  1. Reconocer el estado mental actual: Identifica tu estado mental, ¿te sientes triste y desesperanzado?


    Date cuenta que aquellos pensamientos que estás alojando en tu mente están relacionados con ese estado mental pero esto no significa que sean la realidad.


    Para trabajar con esos pensamientos negativos, te sugiero plasmarlos en una hoja de papel y que trates de modificar cada uno de ellos cambiándolos por otros más positivos pero sobre todo objetivos.

¿Cuál es la creencia irracional que más suelen adoptar?, ¿la podrías trasladar a otra área de tu vida? ¡Me gustaría conocer tu opinión!


Gracias por visitar mi blog de psicología, espero que este artículo haya sido de tu agrado y/o haya podido aportar algo positivo a tu vida.

Si es así, no dudes en compartilo en tus redes sociales para que más personas se vean beneficiadas de él.

¡Que tengas un excelente día!



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