Es
importante detectar si existen creencias irracionales acerca de como
debería ser una relación de pareja ya que lo que creemos acerca de
ella, determina la manera en la que la vivímos.
Una creencia es algo que damos por
hecho, este o no este probado, simplemente lo asumimos como
verdadero.
Todas las personas desde pequeñas
vamos adoptando por medio de nuestras experiencias (lo que nos dicen
y vemos en la sociedad, familia, medios de comunicación, etc.) una
serie de ideas y pensamientos que convertimos en creencias.
Estas creencias que vamos adoptando
determinan la forma en la que vemos el mundo y nos relacionados con
los demás.
Las
creencias irracionales
nos llevan a actuar de manera negativa, causando
un impacto de manera directa al
vínculo afectivo.
Son
creencias que no tienen fundamentos objetivos y que el seguir
adoptándolas únicamente nos causan sufrimiento.
Por
lo que aprender a reconocerlas es el paso más importante para
comenzar un cambio y modificarlas por otras más adaptativas y
racionales.
En
este post te daré a conocer 8 de las creencias irracionales más
comunes que podrías estar adoptando en tu relación de pareja.
8 creencias irracionales comunes en la pareja
-
Hacer hipótesis de lo ocurrido (el/la inventor/a). Cuando se sacan conclusiones sin basarse en una evidencia sólida.
Por
ejemplo, si el(ella), ha llegado más tarde de lo habitual a casa,
se pueden llegar a conclusiones rápidas, como:
“Nunca
llega tarde, de
seguro está saliendo con otra(o)”, “seguro
que tardó más en llegar a casa porque no quiere pasar tanto tiempo
conmigo”, “¿qué habrá estado haciendo tanto tiempo fuera?
Algo bueno seguro que no”.
Este
tipo de pensamientos puede llevarnos fácilmente al enojo y
posteriormente al reclamo que puede terminar en conflicto.
-
Sobregeneralización (el/la absolutista). Se tiende a considerar un incidente aislado como modelo o norma permanente.
Por
ejemplo: “nunca es amable conmigo”, “todos los
hombres(mujeres) son iguales”, “siempre hace lo mismo”,
“siempre
soy yo quien tiene que tomar la iniciativa”, “nunca me toma en
cuenta”,
etc.
Cuando
adoptamos este modelo de pensamiento, nos olvidamos de aquello que
hace la pareja que nos agrada.
Y
le damos a entender que aquello que a nuestros ojos ha hecho bien,
no cuenta, que “siempre” va a seguir actuando igual.
Para
la persona que tiene este tipo de creencia también genera malestar
ya que pensar en términos absolutistas aumenta el grado de
insatisfacción en pareja y personal.
-
Restar importancia a lo positivo (el ojo del halcón). Se resaltan únicamente los aspectos negativos, ignorando o dándole menor importancia al aspecto positivo.
Por
ejemplo: “al fin hizo algo por mi pero no creo que haya sido por
iniciativa propia, seguro que alguien le aconsejó que lo hiciera”,
“me parece bueno
lo que hizo, esto ha sido pura casualidad”, “vaya,
hasta que hace algo bueno”,
etc.
Esta
creencia provoca que la pareja se sienta poco valorada, lo cual
aparte de provocarle insatisfacción también reduce las
posibilidades de que actúe de la manera deseada.
-
Adivinación del pensamiento (el/la adivino/a). Sentirse capaz de saber que es lo que el otro está pensando o sintiendo antes de que se lo comuniquen.
Implica
también
creer que el otro puede hacer lo mismo y adivinar los
propios pensamientos.
Por
ejemplo: “no le dije que me hizo sentir mal pero eso erá lógico”,
“seguro que lo sabía y no le importó”, “no le voy a pedir
que sea más amable porque me va a decir que no”, “seguro
que está pensando hice las cosas mal”, etc.
Si
te sientes identificado(a) con este tipo de creencia, es muy
probable que te sientas frustrado(a) y que incluso llegues a pensar
que “no son incompatibles”.
Ya
que para ti la compatibilidad esta relacionada con saber identificar
todo el tiempo lo que la pareja desea y viceversa.
-
Magnificar lo negativo y minimizar lo positivo (las gafas sin graduar). Se le atribuye una mayor o menor importancia a una situación o circunstancia.
Por
ejemplo: “no se ha portado cariñoso(a) conmigo estos días,
seguro que ya no me ama”, “me viene a visitar todos los días,
esto es lo mínimo que puede hacer”, etc.
Cuando
tendemos a exagerar lo
negativo y
minimizamos lo positivo, el mensaje que le damos a la pareja es el
siguiente: “no importa lo que hagas, nunca va a ser suficiente
para mi”.
La
otra persona,
al no ser reconocida por las cosas que ha hecho bien lo más
probable es que deje de hacerlas con el tiempo.
-
Etiquetar de manera negativa (la marcación rápida). Definirse a sí mismo o a la pareja, basándose en los errores del pasado, sin otorgarle u otorgarse la oportunidad de desprenderse de esa definición.
Por
ejemplo: “no es cariñoso(a)”, “es un despistado(a)”, “es
un desastre”, etc.
Este
es error tan común lo único que hace es predisponer a
la otra persona para que actué de la manera que no deseamos.
Y
es que
puede creerse realmente que no es que actúe así en algún momento
es que “así es” y
por lo tanto “no puede cambiar” o le sería muy difícil
hacerlo.
-
Ver todo negro (las gafas oscuras). Cuando lo que se ve está asociado al estado mental actual.
Por
ejemplo, si la persona se encuentra
triste o negativa, se pueden llegar a tener pensamientos como:
“Nunca
saldremos adelante”, “nos espera un futuro fatal”, “vamos
a vivir siempre peleando”, etc.
Cuando se adopta este tipo de idea
irracional, al estar relacionadas las emociones con los
sentimientos, es normal que nos lleguemos a sentir sumamente tristes
y desesperanzados.
Por lo que en lugar de motivar a la
pareja hacemos que ella misma también empiece a creer que realmente
no hay nada que se pueda hacer para mejorar.
-
Creer que el otro es 100% bueno o 100% malo (ángel o demonio). Pensamiento polarizado, las cosas son blancas o negras, se es un justo o injusto, un fracasado o un perdedor, se ama o se odia, no hay un punto intermedio.
Es
decir, no hay flexibilidad en el pensamiento y
cuando no hay términos medios es seguro que se caiga frecuentemente
en la frustración.
Y
es que al no ser ninguna pareja o relación perfecta, la persona
tenderá a sentirse insatisfecha al lado de cualquier persona.
Como combatir las creencias irracionales
-
Evitar hacer hipótesis: Cuando hacemos hipótesis nos adelantamos a situaciones que no sabemos si son reales o no.
En
el caso de hacer constantemente hipótesis (sobre todo negativas)
acerca de la pareja, nos dedicamos a sufrir sin fundamentos. ¿Por
qué generarnos malestar con anticipación?
Es
decir, puede que las hipótesis sean ciertas o no, pero, ¿para qué
preocuparnos antes?
Si
se está intranquilo(a), lo mejor es comunicarnos con la otra
persona y/o esperar a hablar con el(ella) para saber realmente que
es lo que sucede.
Esto
está relacionado con la confianza y si existe falta de confianza en
la relación ya tienen un aspecto muy importante con la que es
necesario trabajar.
-
Evitar la sobregeneralización: Cada vez que te sorprendas diciéndole cosas a tu pareja como: “siempre”, “nunca”, “todo el tiempo”, etc. (sobre todo si es con connotación negativa)
Pon
un alto a aquello que vas a decir, modifícalo y opta por
comunicarle cosas como: “no cumpliste con tu promesa en esta
ocasión”, “has llegado tarde hoy”, “te he sentido distante
estos últimos días”, etc.
Es
decir, ten siempre en cuenta aquello que si ha hecho con
anterioridad y dale la importancia que se merece.
-
No minimices lo positivo: Piénsalo así, ¿te gustaría que tu pareja le restara importancia de aquello que estás haciendo bien?, ¿cómo te sentirías al respecto?
Trata
de ponerte en el lugar del otro realmente y vuelvete consciente de
cómo puede estarse sintiendo.
Seguramente
si tu pareja te remarca todo el tiempo lo que para ella estás
haciendo mal y nunca reconoce tus esfuerzos y lo bien que puedes
hacer las cosas, te desmotivarías.
No
es cuestión de suerte que tu pareja haya hecho eso, por más que
alguien lo haya asesorado, el(ella) hizo las cosas porque quiso y
porque pudo hacerlo.
Así
que comienza a enfocarte en lo positivo y a dárselo a conocer. Al
hacer esto, aumentarás las posibilidades de que repita este tipo de
acciones.
-
Imposible adivinar el pensamiento: Es normal que la pareja, aún teniendo muchos años de relación no reconozca todo el tiempo lo que uno necesita sin habérselo hecho saber.
Hay
que tener en cuenta de que muchas veces ni uno mismo sabe que es lo
que quiere, ¿por qué tendría que saberlo otra persona?, ¿qué
tenemos que hacer?
Pueden
haber ocasiones en las que la pareja reconozca lo necesitamos pero
como no será así la mayor parte del tiempo, lo correcto es comunicárselo.
El
comunicarle a la pareja nuestras necesidades, pensamientos y deseos,
no solo evitara malos entendidos y frustraciones innecesarias,
también ampliará la comunicación.
-
No etiquetar: Ponerse una etiqueta es una manera de encasillarse en algo y robarnos la oportunidad de mejorar.
Hay
que tener en cuenta que las personas cambiamos constantemente, que
no somos estáticas y tampoco somos eso que pensamos o de la forma
en la que actuamos.
Cuando
uno etiqueta a alguien o así mismo, le puede generar la creencia de
que así es por naturaleza y por lo tanto no hay forma de cambiar.
Una
persona no puede definirse como “despistada” porque no todo el
tiempo va a serlo, será despistada en ocasiones pero su naturaleza
no es “despistada”.
Siempre
puede hacer cosas por prestar más atención a aquello que está
haciendo o una persona que “no es cariñosa” puede ser que en
ocasiones si lo sea o que después cambie.
Así
que cada vez que te descubras haciendo alguna declaración de este
tipo, modificarla por otra más flexible, positiva y sobre todo
realista.
-
Sé más flexible mentalmente: En esta vida todo es relativo, generalmente no hay extremos.
Lo
mismo ocurre con la pareja, por lo que una pareja no puede ser 100%
mala pero tampoco 100% buena, ¿nosotros lo somos?
Por
supuesto que no. Hay que tener en cuenta que hay ocasiones en las
que puede ser que la pareja y/o nosotros mismos nos comportemos de
manera más justa, menos justa, seamos más cariñosos, menos, etc.
En
la vida nos pueden ocurrir cosas que no sean extraordinarias pero
tampoco horribles, entre otras cosas.
Tener
una mente más abierta y volvernos más flexibles a la hora de
percibir lo que nos ocurre, sin duda nos ayudará a vivir menos
frustrados y más tranquilos.
-
Reconocer el estado mental actual: Identifica tu estado mental, ¿te sientes triste y desesperanzado?
Date
cuenta que aquellos pensamientos que estás alojando en tu mente
están relacionados con ese estado mental pero esto no significa que
sean la realidad.
Para
trabajar con esos pensamientos negativos, te sugiero plasmarlos en
una hoja de papel y que trates de modificar cada uno de ellos
cambiándolos por otros más positivos pero sobre todo objetivos.
¿Cuál
es la creencia irracional que más suelen adoptar?, ¿la podrías
trasladar a otra área de tu vida? ¡Me gustaría conocer tu opinión!
Gracias
por visitar mi blog de psicología, espero que este artículo
haya sido de tu agrado y/o haya
podido aportar algo positivo a tu vida.
Si es así, no dudes en compartilo en
tus redes sociales para que más personas se vean beneficiadas de él.
¡Que
tengas un excelente día!
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