“El
arte de vivir consiste menos en eliminar nuestros problemas y más en
aprender a convivir con ellos” -Bernard M. Barudi.
Cuando
hablamos del estrés, nos referimos a aquellas respuestas
emocionales, fisiológicas, conductuales y cognitivas que presentamos
ante determinadas situaciones, ante los cambios y demandas a las que
debemos de atender.
¿Qué es el estrés negativo?
Estres negativo |
El estrés puede ser negativo o positivo, según
sea el caso. Hablamos de estrés positivo cuando experimentamos
emoción y nerviosismo ante una situación que nos causa ilusión, lo
cual no implica que no pueda generarnos incertidumbre e incluso algo
de miedo, sin embargo nuestra motivación y deseo es mayor. Por
ejemplo, cuando iniciamos el trabajo que estábamos esperando, cuando
comenzamos un nuevo proyecto orientado a nuestras metas personales,
el día de nuestra boda, etc. Lo que sucede con el estrés negativo,
es que experimentamos nerviosismo pero también cansancio y malestar
en general. Cuando el estrés positivo nos motiva y nos llena de
energía para obtener una mayor concentración, rendimiento y
desempeño, el estrés negativo nos roba la energía, nos irrita y no
sólo nos afecta a nivel emocional sino también físico.
10 maneras para superar el estrés negativo
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Acepta que los problemas forman parte de la vida. El hacerlo nos permite reaccionar ante ellos de manera más eficaz, con mayor tranquilidad y nos ahorra emociones negativas como la ira, la rabia, la angustia, etc. Cuando nos oponemos a la realidad, gastamos nuestra energía de forma innecesaria, lo que nos dificulta aún más el problema. Debemos de tener en cuenta que aceptación no sinónimo de resignación, más bien, es aceptar lo que no se puede cambiar y luchar por lo que si podemos, la clave está en aprender a diferenciar entre ambas.
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Adopta una actitud positiva. Gran parte de nuestro estrés proviene de nuestra manera de pensar y de percibir las cosas. Si nos centramos únicamente en lo negativo de cada situación, va a ser muy difícil que podamos sentirnos tranquilos. En muchas ocasiones la valoración que hacemos de la situación, puede generarnos más estrés que la situación en sí misma. Cuando aprendemos a ver las cosas de manera positiva y a considerar los problemas como retos, las crisis como oportunidades, el fracaso como medio de aprendizaje para hacerlo mejor y las dificultades para seguir creciendo como personas, podremos poner a nuestro favor el estrés negativo y convertirlo en positivo.
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Aprende a hablarte a ti mismo. En lugar de autosabotearnos con mensajes negativos, de autocrítica y/o amenazadores, es necesario contar con un repertorio de palabras y frases reconfortantes que podamos decirnos a nosotros mismos para regular nuestros niveles de estrés. Por ejemplo, frases como: “cálmate, primero respira profundo y tranquilizate, así podrás pensar mejor las cosas”, “ya has pasado anteriormente por momentos difíciles, acuérdate que los has podido superar, ahora también así será”, “no te preocupes ahora por lo que va a venir ni te angusties por lo que ya pasó, enfocate en lo que haces en estos momentos”, etc.
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Aprende a tolerar la incertidumbre. Hay que tomar en cuenta que no podemos tener todo bajo control. En la vida suceden muchas cosas que no están en nuestras manos. Debemos de aprender a acertar esa realidad y a tolerarla por muy difícil que parezca, recordando que este tipo de situaciones no son únicamente negativas ya que nos ayudan a crecer como personas y a aprender a adaptarnos a los cambios.
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No cargues todo el día tus problemas. No es necesario que estemos todo el día pensando en nuestros problemas, creyendo que por hacerlo vamos a encontrarles una buena solución. El cargar con los problemas es sumamente desgastante y sólo empeora la situación. Tenemos que aprender a cortar con esos pensamientos y continuar con nuestras actividades cotidianas. Un ejercicio muy beneficioso que podemos hacer es dedicar un tiempo al día exclusivo a pensar en ese problema y tratar de darle solución, si es que la tiene y sino hacer una reflexión constructiva sobre él. No importa si en ese tiempo no logras resolverlo y/o hacer la reflexión, espera el turno del día siguiente para continuar.
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Aprende a resolver tus problemas. Cuando contamos con una serie de recursos que nos ayudan a resolver de manera más eficaz nuestros problemas, nos sentiremos más seguros y tranquilos al afrontarlos.
Confidente para superar el estrés negativo |
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Ten cerca un confidente. Contactar a una persona a la que le tengamos suma confianza para hablarle de nuestra situación. Alguien que esté ahí para escucharnos y de quien podamos recibir consejos sensatos y lógicos, con quien podamos organizar un plan divertido y nos sintamos a gusto con su compañía.
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Realiza actividades placenteras. Es de gran ayuda para reducir nuestros niveles de estrés y dejar a un lado nuestras preocupaciones y problemas.
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Deja de hablar todo el tiempo de tus problemas. El hablar de manera moderada de nuestros problemas con personas como los confidentes, sin duda es beneficioso. Sin embargo el hablar con todo el mundo y a todas horas de nuestros problemas contribuye únicamente a aumentarlo y a no quitárnoslo de la cabeza.
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Hacer ejercicio físico. El ejercicio es un gran aliado para combatir nuestro niveles de estrés. Las personas que hacen ejercicio físico con regularidad tienden a estar emocionalmente más tranquilas y satisfechas que las personas sedentarias.
Gracias
por visitar mi blog de psicología, espero que este artículo haya
sido de tu agrado y/o haya podido aportar algo positivo a tu vida.
¡Que tengas un excelente
día!
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