Amar y estar enamorado(a). ¿Cuál es la diferencia?

¿Sabías que existe una gran diferencia entre estar enamorado y amar?, ¿qué pasa cuando nos enamoramos? Cuando nos enamoramos, nuestra química del cerebro cambia, esto hace que “nos volvamos locos”, teniendo unos sentimientos a flor de piel desenfrenados. 

Nos sentimos dominados por la pasión, el deseo, la atracción, tenemos ganas de estar con esa persona TODO el tiempo. 

Es casi imposible que nos concentremos ya que no podemos dejar de pensar en esa persona, nos preguntamos que estará haciendo en estos momentos y nos podemos llegar a poner celosos de pensar con quien estará. 

Cuando estamos enamorados, aparecen las famosas “mariposas en el estómago”, podemos llegar a sentir que literalmente nuestro mundo gira alrededor de esa persona. 

Solemos dejar de lado a nuestra familia y amigos ya que sólo nos interesa el o ella. Vemos a la otra persona como si fuera el ser más perfecto sobre la tierra, por lo que acrecentamos sus virtudes y no tomamos en cuenta sus defectos. Incluso puede pasar que esas virtudes que estamos viendo en la otra persona realmente no las tenga, pero la idealizamos tanto que proyectamos en el o ella nuestros ideales y expectativas. 

Es por ello que se dice que “el amor es ciego” y como podemos notar, cuando estamos enamorados realmente lo somos. Podemos llegar a sentir que conocemos a esa persona de toda la vida, cuando en realidad no conocemos ni la mínima parte de ella. 

Llegamos a vivir una serie de altibajos constante en el que si somos bien correspondidos podemos experimentarlo como algo maravilloso, una sensación de felicidad casi inigualable que deseamos que nunca termine. 

Sin embargo, cuando no somos correspondidos, podemos llegar a experimentar un gran malestar con la misma intensidad.

¿Qué pasa cuando amamos?

El amar comienza donde termina el enamoramiento. Incluso podemos llegar a amar a una persona sin haber estado previamente enamorados. 

Cuando amamos a alguien, lo hacemos con los ojos abiertos. Nos quitamos la venda que teníamos en el enamoramiento y vemos a esa persona tal y como es, sin idealizarla, con sus virtudes pero también con sus defectos y a pesar de ello, seguimos amándola y aceptándola.

 No pretendemos “modificar” nada en ella porque a pesar de saber que no es perfecta, no queremos reemplazarla por nadie más. 

Cuando amamos, lo hacemos de manera consciente, dejamos de sentir “mariposas en el estómago”, sin embargo nos encanta su compañía y seguimos eligiéndola una y otra vez. 

Dejamos de sentir esos altibajos que causa el enamoramiento y nuestras emociones se estabilizan, lo que nos proporciona paz y tranquilidad ya que sería muy desgastante vivir con esa serie de altibajos todo el tiempo y nos limitaría en otras áreas de nuestra vida. 

Cuando amamos dejamos de sentir esos celos excesivos que sentíamos en el enamoramiento ya que solemos confiar en la otra persona. Nos sentimos felices por su sola existencia. 

Nos sentimos bien con sus alegrías y compartimos también sus tristezas. Le deseamos lo mejor de todo corazón, sin fijarnos únicamente en nuestros intereses. 

El amar, a diferencia del enamoramiento, no tiene un límite de tiempo. El verdadero amor se construye día con día, requiere de esfuerzo constante y consciente.

¿Por qué es necesario que termine el enamoramiento?

El pretender vivir enamorados eternamente de nuestra pareja es disfuncional si queremos establecer una relación a largo plazo y queremos encontrarnos bien en ella. 

Si permanecemos enamorados no podríamos realizar todas las funciones necesarias para nuestro bienestar físico y emocional, como trabajar de manera eficaz, ya que dejaríamos de prestar atención a lo que estamos haciendo. 

Nos costaría enfocarnos en nuestras metas y propósitos personales. Incluso nos afectaría en la alimentación ya que debido al gran número de altibajos podríamos estar comiendo más o menos de lo adecuado. 

Sería difícil criar a un hijo ya que dejaríamos de prestarle la suficiente atención por estar enfocados mayormente en la pareja. Tendríamos problemas de sueño, entre otra serie de cosas que los efectos del enamoramiento podrían desencadenar.

¿Por qué no debemos de confundir amar con enamoramiento?

Muchas personas, incluidas aquellas que desean tener una relación a largo plazo, suelen desmotivarse y desilusionarse porque piensan que si dejan de estar enamorados de la pareja es que se ha terminado el amor, cuando realmente es ahí donde puede comenzar. 

Cuando dejamos de estar enamorados y vemos a esa persona tal y como es, uno decide si quiere continuar o no a pesar de no sentir esas emociones intensas. 

Se debe de ser consciente de que nadie es perfecto como lo creemos en un determinado momento y nosotros mismos tampoco lo somos. Para amar a una persona, se debe también de hacer un esfuerzo, no basta sólo con sentirlo. 

Es por ello que muchas matrimonios fracasan porque se casan enamorados y cuando termina esa etapa de magia e ilusión piensan que todo ha terminado y no se dan cuenta de que aún viene algo mejor. 

El sentirse amado, aceptado y respetado por otra persona es un sentimiento único e inigualable y más cuando se hace de manera consciente. 

Sin duda el estar enamorado es algo maravilloso, sin embargo también hay que conocer su diferencia con el amar, para que, si así lo queremos, no quedarnos estancados en esta etapa y tener el placer de evolucionar para lograr un amor más sincero y consciente.

¿Conocías esta diferencia?, ¿que te pareció?. Me gustaría conocer tu opinión. 

Gracias por visitar mi blog “Dosis de psicología”, espero que este articulo te haya parecido interesante y haya aportado algo positivo a tu vida. ¡Que tengas un gran día!

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