Lamentablemente hoy en día el número
de personas que padecen de insomnio y problemas para dormir va en
aumento. La ansiedad y el insomnio son como dos mejores amigos que
van retroalimentandose el uno al otro. Cuando tenemos ansiedad, uno
de sus síntomas es el insomnio y el insomnio propicia que al no
dormir bien, al otro día nos sintamos muy cansados y que nuestros
niveles de estrés y ansiedad aumenten.
Todo esto hace que nos encontremos envueltos en un círculo vicioso del que muchas veces nos parece muy complicado salir y que a corto o a largo plazo nos vaya afectando en más y más áreas de nuestra vida. Es importante comenzar a llevar a cabo estrategias que nos permitan poner un alto a esta situación y terminar de una vez por todas con este círculo vicioso tan negativo y perjudicial para nuestra vida.
Por lo que si te sientes identificado con este tema y te preguntas una y otra vez: “la ansiedad no me deja dormir, ¿qué hago?”, en este artículo te voy a dar a conocer diferentes estrategias que puedes llevar a cabo para que puedas lograrlo.
Todo esto hace que nos encontremos envueltos en un círculo vicioso del que muchas veces nos parece muy complicado salir y que a corto o a largo plazo nos vaya afectando en más y más áreas de nuestra vida. Es importante comenzar a llevar a cabo estrategias que nos permitan poner un alto a esta situación y terminar de una vez por todas con este círculo vicioso tan negativo y perjudicial para nuestra vida.
Por lo que si te sientes identificado con este tema y te preguntas una y otra vez: “la ansiedad no me deja dormir, ¿qué hago?”, en este artículo te voy a dar a conocer diferentes estrategias que puedes llevar a cabo para que puedas lograrlo.
7 consejos para dormir cuando se tiene insomnio por ansiedad
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Ponle un alto a tus pensamientos obsesivos. Seguramente cuando te acuestas a dormir te comienzan a invadir un sin fin de pensamientos obsesivos, fundamentalmente negativos acerca de distintas situaciones de tu vida. Por ejemplo, pensamientos del tipo: “¿habré dejado hoy bien terminado mi trabajo?”, “¿qué va a ser de mi si me quedo sin trabajo?”, “¿y si mi pareja me deja?”, “¿por qué soy tan despistado(a)?”, “nunca voy a cambiar”, “seguro que hoy tampoco puedo dormir”, “la hora de irme a dormir es la peor” y bla, bla, bla.....
Este
tipo de pensamientos lo único que hacen es aumentar tus niveles de
ansiedad y por lo tanto provocarte una gran activación mental, a
eso sumale que son pensamientos
negativos.
Pero, ¿cómo ponerle un alto a este tipo de pensamientos? Es
importante que cada vez que comencemos a detectar que tenemos este
tipo de pensamientos, los modifiquemos y encontremos siempre el lado
positivo que tiene cada uno de ellos.
Al
principio te va a parecer algo demasiado complicado pero conforme te
vayas acostumbrando por medio de la práctica, te adaptarás a esta
nueva y mejor manera de pensar. La mayor parte de las cosas que
pensamos que suelen preocuparnos o que nos generan malestar,
tendemos a verlas de manera exagerada y desproporcionada, sobre
todo por las noches. Así
que trata de ser más
objetivo y menos duro contigo mismo.
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Practica la meditación. Para saber como calmar la ansiedad y combatir el insomnio, una técnica que te servirá de mucha utilidad es la meditación. La meditación ayuda tranquilizar tu mente y a disminuir todos esos pensamientos obsesivos que no te dejan tranquilo(a), te provoca una sensación de calma y bienestar al hacer que tu mente se mantenga en el aquí y ahora y deje de divagar tanto en el pasado o futuro. También te ayudará a dejar te juzgarte tanto a ti mismo y a todo lo que te ocurre, por lo que aprenderás a ver las cosas desde una mejor perspectiva.
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Fijate un horario estable. Es importante tratar en la medida de lo posible de tener un horario fijo en el cual nos levantaremos y acostaremos a una hora en concreto y de respetarlo.
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Has que tu ida a la cama sea agradable. Es sumamente aconsejable que el proceso de irnos a la cama sea una experiencia agradable e incluso relajante. ¿Cómo podemos lograrlo? Podemos por ejemplo tomar un baño de agua caliente que nos ayudará a relajar nuestros musculos, articulaciones, tendones, etc. y nos va a generar una sensación de alivio y de tranquilidad que será de gran ayuda para que conciliemos el sueño. También es importante contar con una cama cómoda, almohada, sábanas incluso que sean agradables al tacto y que nos faciliten el sueño.
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Trata la ansiedad. Es indispensable en caso de que nuestro problema de ansiedad nos esté afectando en una o más áreas de nuestra vida, que acudamos con un profesional con el que podamos iniciar un tratamiento para eliminarla y aumentar nuestro bienestar psicológico y emocional, así como nuestra calidad de vida.
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Tomar infusiones. Es recomendable tomar después de cenar por ejemplo, o un poco antes de irnos a la cama, infusiones como pueden ser la valeriana, tila, pasiflora y melissa. También existen algunos suplementos naturales que podemos tomar en pastillas como la melatonina o el hipérico que se puede tomar también durante el día ya que ayuda a disminuir los niveles de ansiedad en general.
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No irse a la cama justo después de cenar. Debemos de evitar cenar e irnos a dormir inmediatamente, es importante que cenemos por lo menos 1 hora antes de meternos a la cama ya que nuestro cuerpo pone en marcha un periodo de digestión y por lo tanto no podremos conciliar el sueño de la misma manera que si lo hacemos después de haber terminado este proceso.
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Evitar ver películas o programas que despierten demasiado nuestros sentidos. Es importante que antes de dormir evitemos ver e incluso leer sobre temas relacionados con guerras, matanzas, noticias negativas, ver películas demasiado dramáticas, etc. Incluso también evitar escuchar música demasiado estridente. Por el contrario si se opta por leer, ver o escuchar algo, esto tiene que ser tranquilo, que no haga pensar demasiado, incluso que resulte relajante y positivo.
Gracias por visitar mi blog “Dosis de Psicología”, espero que mi artículo: la ansiedad no me deja dormir, ¿qué hago?, te haya aportado algo positivo y sobre todo que te ayude a mejorar tu problema de ansiedad e insomnio. ¡Hasta la próxima!
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