La
principal diferencia entre tristeza y depresión es que la tristeza es un estado
de ánimo mientras la depresión es un trastorno mental.
¿Quién no ha dicho alguna vez
“me siento deprimido” cuando en realidad estaba triste?
Confundir tristeza con depresión
es bastante común en nuestra sociedad de hoy en día.
Lo cual no es nada extraño ya
que la tristeza es uno de los síntomas que se pueden (o no) experimentar cuando
se padece de depresión.
Sin embargo, profundizar un
poco más en el tema y conocer las diferencias entre ambos términos es de gran
ayuda para no confundirnos.
Esa es la finalidad de este
artículo, dar a conocer todas las diferencias entre tristeza y depresión para
percibir con más claridad lo que puede estarnos ocurriendo realmente.
5 diferencias entre tristeza y depresión
1.- La tristeza es un estado de ánimo
pasajero
La
tristeza es un estado de ánimo considerado como una de las emociones humanas más
básicas.
Todas
las personas en el mundo hemos experimentado esta emoción y la seguiremos
experimentando en ocasiones a lo largo de nuestra vida.
Nos
podemos sentir tristes por diferentes razones. Aquello que nos causa tristeza
depende de nociones personales y culturales.
Se
trata de una respuesta normal a situaciones dolorosas, perturbadoras, de
desesperanza o decepcionantes.
Una de
las características de la tristeza es que es una emoción pasajera.
Es
decir, tiene límite de tiempo y generalmente puede durar unos minutos, horas, días,
pero no más de 2 semanas.
La depresión es un padecimiento de larga duración
La depresión
es un trastorno mental cada vez más frecuente que se caracteriza por un estado
afectivo negativo, tristeza extrema, pesimismo, desaliento, entre otras
emociones que interfieren con la vida diaria.
Se
trata de un padecimiento de larga duración que puede o no incluir entre sus síntomas
la tristeza.
Sin
embargo, es bastante común que las personas con depresión experimenten también
tristeza.
Según
el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales), para hacer
un diagnóstico de depresión, la persona debe tener por lo menos 5 o más de los
siguientes síntomas en un periodo de 2 semanas:
- Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día,
casi cada día (por ejemplo: llanto, sentimientos de vacío, tristeza)
- Disminución del interés o de la capacidad para
experimentar placer en todas o casi todas las actividades
- Pérdida importante de peso o aumento de peso
sin hacer dieta.
- Insomnio o hipersomnia
- Fatiga o pérdida de energía
- Sentimientos de inutilidad
- Disminución de la capacidad para concentrarse
- Pensamientos recurrentes de muerte
Cuando
la tristeza se prolonga 2 o más de 2 semanas, se sospecha que exista una depresión
y esta ese momento no puede ser considerada como tal.
Tomando
en cuenta que existen también otros síntomas para que la persona pueda ser
diagnosticada de depresión.
2.- La tristeza se alivia sin tratamiento
La
tristeza en sí misma, al ser un estado de ánimo y no un padecimiento como lo
puede ser la depresión, no requiere de tratamiento para ser aliviada.
No es
necesario que una persona tome terapia psicológica o farmacológica para dejar
de sentirse triste.
Podemos
dejar de sentirnos tristes por diferentes razones e incluso, la tristeza se
puede ir sola, sin ninguna razón aparente.
El
abrazo de un amigo, una buena conversación con alguien, llorar y desahogarnos,
etc. Son grandes aliados para aliviar la tristeza.
Incluso
el paso del tiempo puede ayudarnos a aliviar la tristeza que estamos sintiendo.
La depresión se cura con terapia
La terapia para la depresión es indispensable para que pueda ser eliminada. Depende de la situación de cada persona, necesitará un tratamiento psicológico, farmacológico o ambos.
Aunque
si requiere también de tiempo para ser curada, el tiempo en sí mismo no es un
factor que ayude a eliminarla totalmente.
Por el
contrario, mientras más tiempo pase y la depresión continúe sin ser tratada, es
bastante probable que sus síntomas empeoren cada vez más.
Existen
diferentes tipos de depresión, dependiendo del tipo de depresión y de las
necesidades individuales de cada persona, el tipo de tratamiento puede variar.
Lo
importante es acudir con un profesional de la salud para ser valorado ante las
primeras sospechas de este padecimiento y que nos indique el mejor tratamiento para salir de la depresión.
3.- Sentir tristeza es sano
Experimentar emociones tan naturales como la tristeza, es algo sumamente positivo e indicador de que la persona está sana.
Las
personas sanas, son capaces de experimentar no solamente emociones agradables,
sino también aquellas más incómodas como la ira y la tristeza.
El
problema es que no nos enseñan normalmente a lidiar con este tipo de emociones incómodas
y es por eso que nos generan tanto conflicto.
Y es
que, si no existiera la tristeza, no podríamos disfrutar de la alegría, incluso
no podría existir una sin la otra.
Ambas
emociones son complementarias y no podemos resistirnos a experimentar alguna de
ellas.
La depresión siempre será una patología
Al ser
una patología, la depresión no puede considerarse como algo “normal” y una
persona que padece de depresión no puede estar sana.
Como
sabemos, a diferencia de la tristeza, la depresión es un trastorno mental que
es causada por la alteración de diversos factores.
Se
trata de una situación que no todas las personas vamos a experimentar de manera
natural a lo largo de nuestra vida a diferencia de la tristeza.
Sentir
tristeza es algo completamente sano y de hecho dejar de sentir emociones como
la tristeza es un indicador de otro tipo de patología.
4.- La causa de la depresión es multifactorial
Como
la mayoría de los trastornos mentales, la depresión tiene una causa
multifactorial.
Se
trata de una compleja interacción entre factores biológicos, incluso también
genéticos, psicológicos, ambientales y/o sociales.
Por
ejemplo, es frecuente que algunas personas tengan más predisposición
hereditaria que otras.
Sin
embargo, lo que termina determinando si se va a padecer o no, son los factores
ambientales, psicológicos y las experiencias negativas.
Existen
también ciertos factores de riesgo desde la infancia como lo es la falta de
vínculos seguros, estar expuestos a algún tipo de violencia, la falta de
estimulación temprana, entre otros.
Cuando
se llega a la adultez, pueden sumarse otros factores como el abuso de
sustancias, las experiencias traumáticas, la marginación, etc.
El género
también influye en que se tenga más predisposición a la depresión.
Según
la OMS, la depresión es un 5.1% más común en las mujeres que en hombres (3.6%).
En el caso de la depresión unipolar, ésta es dos veces más frecuente.
La causa de la tristeza son las experiencias negativas
Nos
sentimos tristes cuando atravesamos por experiencias negativas en la vida.
Experiencias
que nos generan algún tipo de malestar emocional e incluso físico que hacen que
experimentemos emociones como la tristeza.
Algunas
de las experiencias que nos pueden provocar tristeza son: problemas en la
relación con los demás, quedarse sin empleo, la pérdida de un ser querido, etc.
Incluso
podemos llegar a sentirnos tristes por pensar en situaciones del pasado que nos
generaron dolor.
Aquellos
pensamientos en los que se enfoca la mente y con los que nos enredamos.
Estos
pensamientos pueden llegar a causarnos tristeza, aunque en estos momentos no
estemos atravesando por experiencias negativas.
5.- La depresión afecta todas las áreas de nuestra vida
La depresión,
como todos los demás trastornos mentales, tiene una repercusión negativa en
todas las áreas de nuestra vida.
Y es
que, la persona que tiene este padecimiento, puede llegar a tener cada vez más
problemas en todos los aspectos de su vida.
La depresión
afecta la relación que tenemos con nosotros mismos y con los demás.
Incluso
tiene una repercusión negativa en nuestra manera de dormir y comer.
Afecta
el área personal, familiar, social y laboral, al grado de llegar a provocar en
la persona sentimientos de incapacidad para continuar con su vida normal.
Esta
es una de las razones por las que puede costar aún más recuperarse de este
padecimiento, sobre todo si no recibe un buen tratamiento.
La tristeza no afecta todas las áreas de la vida
Otra
de las cualidades de la tristeza, es que no afecta a todas nuestras áreas de
vida a diferencia de la depresión.
Una
persona que está experimentando esta emoción tan natural y pasajera, es capaz
de seguir llevando a cabo sus actividades de la vida diaria.
Es
decir, será capaz de seguir trabajando, relacionándose con sus amigos y
familia, trabajando con sus objetivos personales, etc.
Es
probable que en ese periodo de tiempo no rinda igual en ciertas actividades,
sin embargo, en cuanto la tristeza se vaya y/o a pesar de ella, puede seguir
realizándolas.
La
tristeza en sí misma jamás va a ser una limitante para que esta persona pueda
seguir manteniendo una vida normal y pueda seguir disfrutando de ella.
Como
vemos, existe una gran diferencia entre tristeza y depresión.
Es
importante aprender a diferenciar una de otra ya que la manera de aliviarlas es
totalmente distinta.
Recuerda
que, en caso de que exista una sospecha de que lo que te ocurre se trata de una
depresión, es necesario que acudas cuanto antes con un profesional para ser
diagnosticado de manera adecuada.
Gracias
por quedarte hasta el final, si te ha parecido interesante esta información, no
olvides compartirla para que más personas puedan beneficiarse de ella. ¡Hasta
la próxima!
Referencia:
American
Pshyquiatric Association. (2016, septiembre). Suplemento del MANUAL
DIAGNÓSTICO
Y ESTADÍSTICO DE TRASTORNOS MENTALES.
dsm.psychiatryonline.org.
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